introducción

Varios de los indicadores sociales y económicos de Guatemala son preocupantes, por decir lo menos. La situación de pobreza, desnutrición, contaminación del medio ambiente, corrupción e inseguridad nos indican que urgen cambios profundos en la Nación.

Es evidente una sensible falla en el liderazgo polí­ tico, y se llega incluso a dudar de la viabilidad que tiene el futuro del país. Ello debido en buena parte a la falta de un liderazgo político comprometido con los valores y objetivos de una Guatemala prospera y en paz. Esta debilidad seguramente tiene su ori­ gen en la falta de verdaderos partidos políticos que, a partir de un planteamiento doctrinario y programático, puedan constituirse en interlocutores válidos y profesionales entre la ciudadanía y el Go­ bierno de turno.

La temporalidad de los gobiernos inviabiliza continuidad en las políticas de Estado en temas es­ tratégicos. Con cada cambio de gobierno cambian las políticas públicas, y no hay evaluación del im­ pacto de las mismas. Intentos por generar políticas públicas inter­temporales en temas estratégicos como la seguridad y justicia, la salud y nutrición, la educación y el desarrollo rural, consensuadas con los partidos políticos con representación en el Congreso, no prosperan y se estancan por falta de una mínima racionalidad y compromiso de los diputados.

Los diferentes estamentos de la sociedad civil: empresarios, académicos, ambientalistas, indíge­ nas, campesinos, profesionales y religiosos tienen dificultad de convocarse y proponer alternativas por falta de confianza y apertura. Los Acuerdos de Paz, considerados como el último pacto intersec­ torial, firmados en 1996, permitieron el cese del enfrentamiento armado, pero luego fueron dejados de lado. Retomarlos y dinamizarlos pudiera ser un elemento de guía para dar visión común.

Las situaciones antes expresadas han estancado al país, dejando un vacío de liderazgo y presencia que empiezan a ocupar grupos oscuros; si no se generan propuestas, especialmente de desarrollo que permitan crear oportunidades, reducir desigualdades y abrir espacios de participación, la sociedad entrará en una anomia que postergara salidas viables y robustas para su futuro.

En lo económico es evidente la ausencia de una estrategia que conduzca a un crecimiento de la rique­ za nacional de manera compartida; incluso en los últimos años se ha puesto en riesgo la estabilidad macroeconómica, elemento éste central para un desa­ rrollo económico sano. El asistencialismo se privilegia por sobre la promoción de inversiones generadoras de empleo. El turismo, la “gran opción”, descuidado en cuanto a preparar una cultura de hospitalidad y protección de la naturaleza y los centros arqueológicos (dos de los más grandes atractivos). No se apuesta por lo básico: salud preventiva, educación de calidad para los más pobres, infraestructura para el largo plazo, etcétera.

La economía se ha enfocado históricamente en la exportación, descuidando su interrelación con el mercado interno. El tema fiscal no se aborda con visión de largo plazo, como un verdadero “pacto fiscal”, y se argumenta una baja carga tributaria justi­ ficando la necesidad de subir tasas o crear nuevas, sin garantizar transparencia y un uso racional de los recursos.

En el presente libro, y como una contribución al debate y propuesta de estrategias para el desa­ rrollo económico, se plantea la experiencia de los Grupos Gestores, asociaciones conformadas con la participación ciudadana, voluntaria y no partidista de liderazgos locales, a nivel municipal, que se con­ vocan y adhieren a una propuesta de desarrollo de sus comunidades, mediante la estrategia del desa­ rrollo económico local.

El esfuerzo emprendido, al que denominamos como un movimiento social, es liderado por los Gru­ pos Gestores (más de 100 en este momento en sendos municipios), que integran a líderes representativos del empresariado, la academia, los profesionales y el gobierno local de cada uno de los municipios en que funcionan los grupos.

Se ha creado una “red” de estas asociaciones, a la que se denomina como Red Nacional de Grupos Gestores. La Red, una asociación de asociaciones, cuenta con un equipo técnico que formula y valida metodologías, apoya a cada grupo en sus gestiones de proyectos productivos y sociales, y representa a los grupos ante otras entidades nacionales y extranje­ ras. Y para acercarse a cada Grupo Gestor, se han instalado oficinas de apoyo, denominadas “Oficinas de Desarrollo Económico” en sitios estratégicos que de manera territorial atienden a una serie de Gru­ pos Gestores en servicios variados, especialmente apoyándoles en su gestión de proyectos.

Con el tiempo se han generado otras instancias; una muy importante es el “Consorcio para el Del”, integrado por dos universidades, la Universidad del Valle de Guatemala, y la Universidad Rafael Landívar, una fundación, la Fundación Soros, un banco de desarrollo, el Banco Centroamericano de Integración Económica (bcie), dos entidades de gobierno, el Ministerio de Economía, y Pronacom, un ente de cooperación internacional, Helvetas de Suiza y la Red Nacional de Grupos Gestores. El con­sorcio se propone ser un centro de generación de conocimiento y capacitación sobre el Del, mediante un “Centro de Inteligencia e Investigación sobre el Del”. Para alcanzar su propósito organiza congresos y programas de capacitación para funcionarios pú­ blicos y privados.

Otra instancia la constituyen las “Mesas de Competitividad” que se han venido conformando tanto a nivel municipal como departamental y re­ gional, las que operan bajo la misma lógica de la “Agenda Nacional de Competitividad” creada por Pronacom, pero con autonomía y desde lo local. El propósito de las mesas de competitividad es iden­ tificar constricciones al desarrollo económico en los territorios del interior del país, así como formular propuestas para resolverlas. Es, en síntesis, un ins­ trumento para la mejora del “clima de negocios de los municipios” como medio para facilitar las inversiones productivas generadoras de empleo y autoempleo.

Las metodologías de trabajo desarrolladas y validadas por la Red Nacional de Grupos Gestores, la “caja de herramientas”, no se incluyen en este documento; sin embargo pueden consultarse direc­ tamente en las oficinas de la institución.

Creemos, firmemente, que aun cuando el pano­ rama descrito en esta introducción se plantea con muchas dificultades, hay esfuerzos muy valiosos y comprometidos desde diferentes instancias de la sociedad civil, como los Grupos Gestores, que nos deben dar optimismo de cara al futuro.

Guatemala es un país con un enorme potencial: su diversidad étnica es una riqueza que genera si­ nergias novedosas; su biodiversidad es de las más ricas del mundo; su ubicación geográfica le per­ mite ser el “corazón” de las Américas; su belleza natural es incomparable; la dimensión y variedad de paisajes, climas y culturas ofrece a los extranjeros unos atractivos verdaderamente sobresalientes. El potencial económico es, además de variado, sustenta­ do en gente trabajadora y emprendedora; es, de he­ cho, la economía más grande de Centroamérica de cerca de 40 millardos de dólares. En fin, Guatemala cuenta con todos los elementos básicos para ser un país moderno, desarrollado, incluyente y por tanto, con un gran futuro.

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