Previo a comentar sobre el desarrollo económico y las teorías que lo sustentan, se presentan algunos elementos que explican la noción de desarrollo.

Como sabemos, la humanidad paso miles de años en una situación que podríamos calificar hoy como de una vida en condiciones de extrema pobreza. Las limitaciones que se vivían se expresaban en una esperanza de vida muy corta y con unos índices de morbilidad y mortalidad altísimos, razón por la cual el crecimiento demográfico fue sumamente bajo, al extremo que tomó varios miles de años para que la humanidad llegara durante el siglo xvi a los mil millones de habitantes, cifra que en cerca de tres siglos se sextuplicó. Dentro de esas precariedades que vivieron los humanos queda la evidencia de una total ausencia de bienes y servicios, que aquella humanidad no pudo disfrutar porque no existían.

A partir del Renacimiento, y ya concluida la Edad Media, entra en la historia el sistema económico “capitalista”, denominación que en forma peyorativa le endilgó más tarde el socialismo marxista. El capitalismo puede considerarse realmente como el cambio histórico que permite a la humanidad me­ jorar sustancialmente su estilo de vida, por cuanto a partir del interés personal se inicia un proceso de creatividad, de innovación de emprendimientos que se transforman en oportunidades de crear riqueza, empleo y mayor bienestar. No cabe mayor duda que es debido al capitalismo que se cuenta en la humanidad con prácticamente todos los descubrimientos que se han transformado en servicios y bienes para la humanidad, entre ellos, y muy importante, todo aquello que ha ayudado a mejorar el nivel de salud y esperanza de vida; los alimentos; la ropa y los textiles en general; la vi­vienda con todas las comodidades imaginables; la locomoción, y especialmente el automóvil; en fin un sinnúmero de elementos que hacen la vida, no solo más larga, sino más cómoda.

Pero debemos matizar la aseveración anterior, pues el capitalismo en sus inicios abusó de su preeminencia, sobre todo cuando no existían re­glas laborales que protegieran los derechos de los trabajadores. Y fue debido a ello que surgió el marxismo, que en su momento encontró una jus­tificación, sustentando su propuesta en ese sistema económico social que se planteaba como injusto. Y es entonces que se publica la primera encíclica papal, la Rerum Novarum (de las cosas nuevas), del papa León XIII, la cual, recuperando toda la doctrina del evangelio y los Padres de la Iglesia hace un llamado profundo a la reflexión, tanto al capitalismo como al marxismo, atemperando ambas ideologías y con ello obligándose el capitalismo a una visión más humana, al tiempo que disminuyendo la influencia marxista, que igualmente le quitaba al hombre su libertad y dignidad personal. Todo ello se da en los momentos en que estaba en su apogeo la denominada Revolución Industrial, la cual se derivó de la desruralización y emigración a las ciudades que se dio en Europa en los siglos xvii y xviii, así como de los inventos (la máquina de vapor, entre otros), que permitieron el inicio de la producción masiva, la cual sustituyó en buena parte a la producción de autoconsumo y de carácter artesanal.

Una de las consecuencias de la revolución in­dustrial, especialmente en Europa Occidental, fue la propuesta del progreso como un ideal, una uto­pía sustentada en el Positivismo, que hacía creer que la humanidad se dirigía obligadamente hacia un desarrollo lineal, por el que pasarían todas las sociedades.

En el caso guatemalteco, la propuesta de “pro­greso” llegó con los gobiernos liberales a partir de la revolución de 1871, la cual generó un cambio po­lítico que transformó la sociedad en su totalidad. Y para ese propósito, se instituyó el Ministerio de Desarrollo, que sustituía al Consulado de Comercio, que durante la época colonial y las primeras décadas independientes, proveía al Estado de fondos para el mejoramiento social de la comunidad. El Ministerio de Desarrollo fue la entidad responsable de propiciar el ansiado progreso.

Esta propuesta de progreso permaneció durante los gobiernos liberales hasta mediados del siglo XX en que se dan dos situaciones, por una parte un cambio en las políticas con el triunfo del gobierno de Juan José Arévalo, que intentaba un Estado más benefactor; y luego otro muy importante de­rivado de los cambios profundos en las sociedades occidentales a partir de la conclusión de la segunda guerra mundial.

Es a partir de entonces que lo que antes fue aquella propuesta de un progreso lineal positivista y casi obligado, se convierte en una propuesta de desarrollo como una noción nueva y que toma fuerza debido a experiencias consideradas exitosas, como el Plan Marshal posterior a la segunda guerra mundial en Alemania, y el apoyo a Japón, países que con cuantiosas inversiones económicas proveídas por los Estados Unidos de América, en pocos años se reconstruyen totalmente y toman la vanguardia en el desarrollo del mundo.

experiencias y teorías

Derivado de lo sucedido con el Plan Marshal posterior a la segunda guerra mundial, se generó una teoría del desarrollo que propuso que para el mismo es suficiente con el crecimiento económico por cuanto el beneficio “derramaría” a toda la sociedad; y se trató de implementar la misma receta en otras regiones deprimidas del mundo pero con poco éxito. De es­ta frustrada experiencia se dedujo que no es solo asunto de crecimiento económico, aunque hay convicción que es un ingrediente indispensable, sino que hacen falta otros elementos, y uno, muy importante, es que la comunidad goce de un nivel mínimo de salud, educación y capacitación, para que se puedan aprovechar las oportunidades en una libre concurrencia. Es entonces que se empiezan a plantear nuevas propuestas, las cuales luego se van teorizando; y que se empieza a propugnar por el denominado desarrollo humano, como un ingrediente fundamental para todo esfuerzo de desarrollo, planteándose que los estados deben in­vertir con decisión en programas de salud pública, para mejorar las condiciones de las personas, así como en educación básica, para que todos puedan tener similares oportunidades de mejorar sus condiciones económicas y sociales.

Otra importante teoría surgida en la década de los cincuenta del siglo pasado es la que plantea como freno al desarrollo la inequidad en los términos de intercambio entre los países, teoría impulsada por cepal (Comisión Económica para América Latina, de Naciones Unidas), proponiendo como remedio a esas inequidades la industrialización de los países, con una estrategia de sustitución de importaciones. Esta teoría agotó sus posibilidades históricas, y se dio paso a otras experiencias de desarrollo que a su vez generaron teorías, entre ellas la del desarrollo sostenible que plantea la necesidad de que ese desarrollo sea pensado de manera trans­generacional, para lo cual debe tomarse en cuenta el medio ambiente y la sustentación financiera de largo plazo, a manera de evitar los paternalismos que han demostrado ser negativos.

Este proceso de generación de teorías para el desarrollo ha evolucionado al igual que sucede en otras ciencias, es decir, que los procesos de experiencia-­conocimiento son acumulativos, y se va construyendo sobre lo anterior.

Otro elemento a considerar es que los esfuerzos de desarrollo no se dieron sino hasta hace apenas unos sesenta años, de manera que hoy sabemos que para su logro debe tomarse en cuenta una serie de elementos, tales como el crecimiento económico, las inversiones en educación y salud, las consideraciones de sostenibilidad, etc. Es decir, hemos llegado a reconocer que el desarrollo es una noción integral, holística, en la que se debe pensar y actuar en el hombre completo, en la persona.

concepto De Desarrollo

Para intentar una definición de la noción de desarrollo habría que tomar en cuenta las diferentes propuestas e ideologías, así como experiencias y teorizaciones que se han hecho en la historia, especialmente durante el último siglo. Pero con el ánimo de llegar a la esencia de lo que verdaderamente es el desarrollo proponemos como una definición la siguiente:

“Desarrollo es el paso de cada uno, y de todos, de unas condiciones de vida menos humanas, hacia unas más humanas”.

Esta definición, derivada de la encíclica “El progreso de los pueblos”, aun cuando sencilla, es muy comprensiva.

A continuación la analizamos en sus diferentes componentes. Uno primero es el que dice: es el paso, es decir, el esfuerzo de cada persona, significando que debe enfatizarse en que cada uno se esfuerza por su auto­desarrollo en una dinámica adecuada a sus capacidades y a sus conveniencias, es decir, debe darse “paso a paso”.

Se dice además que es para todos, significando con ello la solidaridad53 que debe existir en cualquier propuesta de desarrollo; es decir, ese ver al otro como uno mismo, y apoyarse mutuamente para alcanzar mejores niveles de vida.

Se dice también: hacia una vida más humana, y ello es importante por cuanto no se está diciendo que el desarrollo signifique únicamente más ingresos económicos, más tecnología, más servicios, más bienes disponibles, aunque probablemente implique todo ello, pero acorde a lo que la persona considere para sí misma el alcance de “una vida más humana”, de tal cuenta que toma en consideración aspectos puramente culturales de ese grupo humano. No se vale, por tanto, plantear el desarrollo desde una óptica estatista y centralizada que pretenda dirigir el desarrollo, sino que debe tomarse en cuenta las aspiraciones, los deseos, las motivaciones de la persona, de las comunidades, facilitando esquemas que permitan que sean ellos mismos los que se auto­promueven. Esto provoca una forma de desarrollo auténtico, congruente con los intereses de la persona, y lo hace, por tanto, más viable y más sólido. El desarrollo debe ser culturalmente promovido y aceptado por la sociedad particular.

Hay que dejar en claro que aun cuando hay expe­riencias, teorizaciones y avances sobre el desarrollo, este es una utopía, es decir, algo inalcanzable para el hombre. Lo demuestra la experiencia humana, que nos hace ver que aun las sociedades más avanzadas, que han logrado grandes comodidades, ello ha sido a costa de otros aspectos importantes de la vida hu­mana, especialmente cuando esta consideración se hace desde la óptica de la cultura judeo-cristiana, que privilegia más el ser que el tener, dos elementos que difícilmente congenian.

integralidad Del Desarrollo

El desarrollo es una noción holística por cuanto tiene que ver con todo lo que rodea a la persona, su medio ambiente, su cultura, sus oportunidades, sus instituciones; por tanto una forma de visualizar el desarrollo es a partir de la conceptualización sistémica, lo que permite analizarlo bajo diversas ópticas:

- La política o institucional;

- La social o cultural;

- La biológico o de la naturaleza; y

- La económico.

Amerita una breve explicación de esta forma de acercarse a la integralidad del desarrollo.

En el primer ámbito, el político o institucional lo que se propone para una sociedad es el fortale­cimiento de las instituciones que conforman el Estado, y especialmente, del fortalecimiento de su institucionalidad democrática, orientada hacia una democracia representativa construida sobre procesos participativos.

Hay algunas entidades que proponen que esta es la entrada adecuada para propiciar el desarrollo, argumentando que con un sistema constitucional propicio se tiene lo básico, y que lo demás viene a partir de actuaciones de las personas conforme a esas normativas.

Otra forma propuesta para propiciar el desarrollo es desde el ámbito de lo social o cultural y en ello se plantea que para alcanzar un nivel de desarrollo adecuado lo primero es satisfacer las necesidades básicas de la población, es decir salud, alimentación, vivienda, vestuario, educación, distracción y se­ guridad. En esta propuesta se sitúan aquellos que ven que la cultura es un elemento central para el desarrollo, por cuanto hay culturas más proclives que otras para fortalecer estos elementos.

Una forma de ver esta entrada al desarrollo desde lo social puede visualizarse con la teoría de­nominada “pirámide de Maslow”, que explica que lo primero que busca una persona es satisfacer sus necesidades básicas, comida, vestido y techo, siendo estos elementos la base de la pirámide; luego en un segundo gradiente busca la seguridad; más arriba en la pirámide se sitúa la autoestima y la pertenencia, hasta alcanzar la cúspide de esa pirámide, que plan­tea la autorrealización como el nivel más alto. Si se midiese el desarrollo de Guatemala bajo la teoría de Maslow veríamos que la mayor parte de la población se debate en el primero de los gradientes, lo que significa que la mayoría de personas no satisfacen sus necesidades básicas, y difícilmente satisfacen sus necesidades del segundo gradiente, la seguridad. Ello no significa que no aspiren llegar a los gradientes superiores de esa pirámide.

Otro sistema para la promoción del desarrollo es desde lo biológico, el cual toma en cuenta algunos de los elementos mencionados antes, especialmente el que tiene que ver con la salud y la alimentación; pero dentro de lo biológico se considera también algo tan fundamental como lo es la protección del medio ambiente, de la naturaleza, y su recuperación en aquellos casos en que se haya deteriorado.

Este planteamiento hace mucho sentido por cuan­to debe procurarse una protección del medio ambiente que permita que el desarrollo que se procura hoy puedan disfrutarlo las siguientes generaciones. Es, por tanto, una visión de desarrollo transgeneracional, que busca que no se anulen oportunidades futuras, de manera que las siguientes generaciones puedan disfrutar de los bienes que provee la naturaleza, a partir de que se utilizan de manera racional.

Y el cuarto de los sistemas propuestos es el que identifica el tema económico como una entrada al desarrollo. En nuestra opinión es la entrada más apropiada, bajo la premisa de que en la medida en que la persona pueda obtener los ingresos necesarios y suficientes, en esa medida estará en capacidad de satisfacer de manera autónoma sus necesidades, de acuerdo a sus aspiraciones y cultura.

Esta propuesta de entrada al desarrollo por la vía de lo económico no anula las otras visiones, más bien plantea que deben tomarse en cuenta los otros elementos antes planteados, es decir, lo institucional, lo político, lo social, lo cultural y lo ambiental. Para ello debe propiciarse una economía que permita que las personas por sí mismas, a partir de sus propias decisiones y de sus propios intereses puedan ir satisfaciendo todas las necesidades, y considerando los demás elementos mencionados, todo lo cual les permitirá alcanzar esa vida “más humana”.

Una forma complementaria de analizar el desa­rrollo es por la vía de los capitales necesarios para lograrlo.

La denominación de capital se asimila a recurso, y hemos visto que para el desarrollo se requiere de recursos muy variados.

Siguiendo la lógica expuesta, y planteando el desarrollo en la clave de “capitales”, proponemos el análisis del mismo a partir de lo que denominados los capitales necesarios para el desarrollo.

Así pues partimos de la premisa expuesta an­tes, que nos plantea que el capitalismo ha sido el catalizador del avance de la humanidad, pero conscientes que ha sido insuficiente. Por lo mismo, se requiere “otros” capitales, además del material (económico o físico), para hacer viable un desarrollo más completo y generalizado a todas las sociedades.

Se puede hablar de cuatro tipos de capital: social, humano, material, y del conocimiento.

Capital social

Es el primero por su importancia. El capital social se refiere básicamente a las experiencias de cooperación, de confianza, de asociatividad y de civismo que se dan en una sociedad abierta, en una sociedad en la que lo civil tiene preeminencia en relación con el Estado; una sociedad en la que son las personas las que rigen su vida, bajo un sistema de normas republicanas, y sin una relación de dependencia paternalista. Esto es, la sociedad civil resolviendo sus problemáticas y aspiraciones, acorde a sus auténticos intereses y esfuerzos.

Desde esta perspectiva el capital social es el ele­mento central para construir el desarrollo en una sociedad abierta, porque parte de la confianza entre las personas, la que se convierte en cooperación y que a su vez se transforma en asociaciones muy variadas, todas ellas respondiendo a temas puntuales.

Y así como la confianza es la base para la coo­peración, esta es a su vez la que induce a la soli­daridad, que es el elemento central para que la sociedad avance conjunta a un mejor nivel de vida, sin importar la complejidad de la misma y su nivel de entropía.

Todo lo anterior es posible cuando la persona participa voluntariamente y acorde a sus capacidades para solucionar las problemáticas que aquejan al conjunto de la sociedad. Esta participación es el inicio de un proceso democrático sostenible, el cual, lo reiteramos, se da cuando existe capital social, o lo que también se conoce como cohesión social.

En Guatemala aún no existe una conciencia clara de la importancia del capital social en las co­munidades, y por tanto de la relevancia de cuan­tificarlo. Este es un tema que recién empieza a considerarse. Conocerlo es central, habida cuenta que es un detonante importante del desarrollo, tal como se explica en este texto.

El recorrido de más de tres décadas promoviendo el desarrollo en el occidente de Guatemala nos ha demostrado empíricamente que en las comunidades en que el capital social es débil, las posibilidades de desarrollo lo son también; bis a bis, las sociedades en que hay capital social sólido el avance a un desa­rrollo integral es más posible.

Esta experiencia se puede corroborar de manera sencilla. Al observar aquellas comunidades en que el enfrentamiento armado fue muy dramático, las dificultades para su auto desarrollo son más altas, debido a que se generó un nivel de desconfianza que inhibe a las personas a la participación, a la construcción de cooperaciones, de asociaciones, de entidades que faciliten la vinculación a redes y sistemas que facilitan el desarrollo.

Se puede también comprobar que comunidades que no fueron tan afectadas por hechos de violencia derivados del enfrentamiento armado, han podido avanzar con mayor facilitad hacia su desarrollo Es­tas realidades se pueden comprobar fácilmente en amplias regiones del departamento de Quiché, que fue uno de los más afectados durante el enfrentamiento armado y en los cuales la desconfianza prevalece y los niveles de subdesarrollo son muy altos medidos estos en educación, salud, etcétera.

Aunque hay que decir que no solo el enfrenta­miento armado ha sido causante de menor capital social; hay casos concretos de municipios no afectados por la violencia armada, y que denotan diversos grados de capital social.

Dada la importancia que el capital social tiene en el desarrollo, y por no contarse con una medición del mismo para nuestro caso guatemalteco, desde la Red Nacional de Grupos Gestores se ha experimentado una metodología original que se ha aplicado en varios municipios para medir el capital social, metodología que ha sido esclarecedora y que puede aplicarse con relativa facilidad en aquellas comunidades en que se quiera medir el nivel de confianza, asociatividad y ciudadanía existentes. Los interesados en el tema pueden indagar en la Red sobre la metodología.

Capital humano

Un segundo capital es el capital humano, el cual es también fundamental, pero que depende mucho del nivel de capital social.

El capital humano se concibe como aquel que se forma con la educación, con la salud, y con la capacitación que la comunidad tenga, así como el acceso a servicios básicos en general, la recreación y a la vivienda.

En el caso de la educación esta se mide, de ma­nera simple, con los niveles de cobertura, calidad y pertinencia cultural con que se cuente. Obvia­mente, un primer dato a considerar es el nivel de alfabetización de la población, y para nuestro caso, el censo del 2002 indica que de la población de 7 años y más, únicamente un 71.2% era alfabeto, y el 28.8% analfabeta. Y cuando estos indicadores se analizan tomando en cuenta la población rural, indígena y fe­ menina, los índices son verdaderamente dramáticos.

Otro indicador importante es el nivel de esco­laridad, y en este tema el censo del 2002 indica que únicamente el 50.7% de la población de 7 años o más completa la primaria, y únicamente un 16.4% completa la educación media.

Un segundo elemento en la medición del capital humano son los niveles de la salud de la comunidad, medida en indicadores que permiten evidenciar la esperanza de vida, la morbilidad y mortandad; así como la inversión que el Estado hace en salud preventiva, con lo cual se puede también tener elementos de medición del grado de avance hacia el desarrollo que esas comunidades tienen; y en este sentido es importante, por ejemplo, mencionar que según el mismo censo del año 2002, un 25.2% de los hogares guatemaltecos tiran la basura en cualquier lugar, el 30.7% la queman, y un 31.6% utilizan servicios municipales de recolección de basura. En cuanto al agua entubada, únicamente el 74.8% de los hogares gozaba del servicio para el año 2002. Así mismo, el 43.2% no disponían de servicio sanitario, el 21.4% tenían un inodoro compartido en varios hogares; y el 32% utilizaban pozo ciego o letrinas.

Es importante destacar que un 57.3% de los hogares guatemaltecos usaba, en el año 2002, leña como combustible para cocinar. Esto genera dos problemas serios; por una parte la deforestación y sus efectos, y por otra problemas respiratorios a las familias.

Debido a las causas anteriores, y a los bajos niveles de saneamiento (cobertura de un 52% en el área rural), los indicadores de salud se manifiestan en una tasa de mortalidad infantil (<5años) de 35 por cada 1000 nacidos vivos, y una esperanza de vida de 68 años. Un 61% de la población total usa instalaciones adecuadas de saneamiento.

El tercer elemento es el de la capacitación, el que permite evaluar las posibilidades de inserción laboral que puede tener una persona, tanto para ocupar un puesto en la empresa, como para generar un auto­empleo. Para este propósito la entidad responsable a nivel nacional es el Intecap, el cual se sostiene con el 1% de la planilla de los trabajadores del sector productivo privado. El Intecap capacitó en el año 2004 a 195,182 personas, en sus seis sedes, con una mayor carga (55%) en la sede Central (la capital de la República). Las capacitaciones fueron en su mayoría para el sector comercio y servicios, con un 68.8% de las capacitaciones; un 22.1% para el sector industrial, y un 9.9% para el sector agrícola.

En relación con la recreación, considerada tam­bién como parte del capital humano, tenemos una gran deficiencia, pues la mayoría de familias no cuentan con lugares de esparcimiento; y los lugares para deporte son también escasos. Para el caso de los trabajadores de la iniciativa privada existe el Irtra (Instituto de Recreación de los Trabajadores de la Empresa Privada) que ha construido varios centros recreacionales con el aporte patronal del 1% del total de las planillas.

Y en lo relativo a la vivienda, el déficit es enorme. Se estima que hace falta más de un millón de viviendas para satisfacer la necesidad que tienen las familias, que actualmente viven en un gran hacinamiento. En este tema el problema central es la poca capacidad de pago con que cuenta la mayoría de guatemaltecos, así como la falta de recursos para el financiamiento al largo plazo.

Capital material

El tercero de los capitales, y quizás el más reconocido como tal, es el capital material, en el cual incluimos tres de sus aspectos centrales: la tecnología, la infra­estructura, y la economía. Por tecnología nos referimos al conocimiento científico que se ha transformado en aparatos o medios para hacer el trabajo y la vida más eficiente, más productiva, y más cómoda.

Si nos concentramos en las tecnologías para el desarrollo podemos, de manera abreviada, hablar de dos tipos de tecnologías. En primer término las importadas e incorporadas en equipos y maquinaria y que se utilizan básicamente en la industria; y las denominadas “apropiadas”, que se desarrollan in situ, con conocimientos e instrumentos muy prácticos y que responden a las necesidades concretas de los trabajadores, tanto urbanos como rurales.

Lo que se busca con las tecnologías es hacer el trabajo más productivo, de manera que con los mismos recursos se obtenga mejor y mayores resultados. Y nos referimos no únicamente a tecnologías duras (aparatos), sino también a sistemas (modos de hacer, métodos) que busquen eficacia y productividad.

En el caso de Guatemala el desarrollo de tecno­logías apropiadas es prácticamente nulo, al igual que lo es la inversión en investigación científica. El órgano oficial para el desarrollo y la investigación tecnológicas de Guatemala es el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Concyt).

La infraestructura es otro elemento central en el capital material, y no se trata solamente de ca­rreteras, puertos o aeropuertos, sino también de comunicaciones en telefonía y de conectividad; así como de la generación de energía eléctrica, y el acceso que los hogares y empresas tienen a estos servicios.

Vale la pena en este tema mencionar las oportu­nidades que Guatemala tiene para la generación de energía eléctrica a partir de fuentes renovables, como las hidráulicas o la geotérmica o la eólica para sustituir la producción térmica, derivada de combustibles fósiles. Siendo que la producción del petróleo es finita y las otras no lo son, y que el costo de mantenimiento de la térmica es muchísimo más alto e incremental, es lógico que Guatemala debe hacer un gran esfuerzo económico de inversión en plantas hidroeléctricas, geotérmicas o eólicas para la generación de energía.

Guatemala cuenta con un potencial hidráulico para generación eléctrica de hasta 5 mil megavatios, de los cuales apenas se aprovecha cerca del 20%.

En cuanto a la red vial, el país cuenta con 14 mil kilómetros de carreteras asfaltadas, lo que convierte a Guatemala en el país centroamericano con mayor longitud en carreteras, y en un corredor logístico para el Plan Puebla Panamá. A lo anterior debe agregarse los dos puertos, el del atlántico (Santo Tomas), y el del pacifico (Puerto Quetzal), que con el aeropuerto internacional de la Aurora conforman el sistema vial multimodal más completo de Centroamérica.

Otro ingrediente básico de infraestructura lo constituye la telefonía, la que derivado de una apertura legal ha permitido que existan 18 operadores privados en competencia, por lo que se cuenta con más de dieciocho millones de teléfonos móviles, además de los teléfonos domiciliarios.

En cuanto al capital económico, sabemos que la economía de un país se mide por medio del producto interno bruto, el cual se calcula con la suma del valor agregado de la producción total en un año. Para el caso guatemalteco el pib es de cerca de 300 millardos (miles de millones) de quetzales, equivalente a unos 40 mil millones de dólares americanos.

En los Acuerdos de Paz signados en diciembre de 1996 se estableció que el crecimiento económico debiera ser de un 6% para lograr satisfacer las aspiraciones de la ciudadanía. Esta aspiración es válida y posible, pero para ello se requiere un clima de negocios adecuado que incentive la inversión productiva. El crecimiento económico se ha mantenido en el orden de un 3% en promedio, en relación con el PIB, y para alcanzar la tasa de crecimiento económico del 6% debiéramos tener una inversión de más del doble de la actual.

Los economistas suelen comparar el crecimiento del PIB con el poblacional, de manera que infieren que si este último fue inferior, significaría que hubo una mejoría del ingreso de las familias. Y viceversa.

Por otra parte, y dado que la economía debe te­ner como propósito la mejora del nivel de vida de la población, es importante conocer el monto anual que el Estado invierte bajo el concepto de “gasto social”, es decir, en educación salud seguridad, justicia y vivienda. En este sentido, el gasto social del Gobierno es equivalente al 4.7% del PIB, es decir, casi la mitad de los ingresos que recibe el Gobierno de los impuestos que cobra a los contribuyentes.

Capital del conocimiento

El cuarto de los capitales a que nos referimos es el capital intelectual o capital del conocimiento. Este concepto es la sabiduría social, la innovación, las experiencias que se catalizan con la sinapsis. La sinapsis es esa lógica mediante la cual elementos autónomos que funcionan de manera caótica se encuentran y vinculan para generar una nueva opción; es la forma en que el cerebro humano funciona con células que se combinan eléctricamente de manera aleatoria generando nuevos procesos de pensamiento; esto llevado a lo societario se puede plantear como esa posibilidad mediante la cual personas individuales se unen libremente y aportan sus conocimientos a otras personas que también tienen conocimientos diferenciados y de ello resultan ideas, propuestas innovadoras que se pueden transformar en beneficios para la sociedad.

La sabiduría o conocimiento social significa los saberes que los grupos humanos han construido y transmitido de generación en generación. Se trata por ejemplo de conocimientos sobre medios y métodos naturales para preservar o conservar la salud; conocimiento histórico sobre el comportamiento de la naturaleza, por ejemplo ciclos de lluvia y de sequías, etcétera.

Como parte del capital del conocimiento se incluye la existencia y práctica de una cultura de innovación, que es esa búsqueda permanente de procesos o sistemas que mejoren la eficacia del trabajo, de las relaciones sociales, y del nivel de vida general. La innovación es lo que hace la gran diferencia y los grandes cambios que van dándose en los grupos humanos.

A continuación se presenta en forma sinóptica la relación entre los capitales para el desarrollo mencionados antes y el aporte que hacen a los sistemas que le dan al desarrollo su integralidad.

Capitales —> Aportan al

Humano y social —> Desarrollo social y biológico

Conocimiento —> Desarrollo político o institucional

Material —> Desarrollo económico y de la naturaleza

Abordajes para el Desarrollo en Guatemala

A continuación se exponen de manera sucinta las formas en que la sociedad guatemalteca ha abordado en la historia la temática del desarrollo.

Como se ha indicado antes, una vez asentados los primeros humanos en la región de Mesoamérica e iniciada la “civilización” se llega a un sistema de producción del modo “asiático” en el que prevalece la propiedad comunal de la tierra, coexistiendo la propiedad privada con una “jerarquía” superior (mediadora con las divinidades), que se apropia de la producción con carácter de tributos o pagos por servicios. A los trabajadores les queda únicamente para sobrevivir, como en un esclavismo general. Esto plantea una contradicción, por cuanto alcanzaron altos niveles científicos y estéticos, pero con un bajo desarrollo económico y social.

La economía era de temporal y cultivaban maíz, frijol, ayote, tomate, chile y especies, así como ca­cao, yuca y henequén, además de frutas. Cazaban y producían artesanías, especialmente utilitarias.

La conquista y la posterior colonización interrumpieron el estilo cultural y obligo a la reducción y a un nuevo sistema de producción y vida. Sin embargo, durante la colonia y parte del periodo independiente (hasta 1871) se continuó con los modos de organización para resolver los problemas y necesidades sociales de la comunidad, mediante las organizaciones territoriales, como las “cajas de comunidad” y los “municipios”; y organizaciones de grupo, de carácter funcional como las “cofradías”.

Las estrategias económicas seguidas a la fecha, de manera sintética, son como sigue:

- Periodo 1821­-1871: añil, azúcar y otros de la época colonial;

- Periodo 1871-­1944: café, azúcar y ganado;

- Periodo 1944­-1954: algodón, petróleo y otros;

- Periodo 1955­-1979: Mercado Común centroamericano;

- Periodo 1980­ - 1986: inicio de promoción/exportación de no tradicionales;

- Periodo 1986­-2007: apertura económica (globalización);

- Periodo 2008­-2011: recesión económica mundial. Sin estrategia económica nacional.

A partir de la época colonial y hasta la revolución liberal de 1871 funcionaron dos instituciones en Guatemala, la asociación de amigos del país, y el Consulado de Comercio. La primera de las instituciones tenía como propósito la búsqueda de opciones económicas para el desarrollo del país, y dentro de ello fueron quienes introdujeron el café, entre otros productos. Hacia además obras de infraestructura y de capacitación y formación de artesanos y artistas. La Asociación de Amigos del País se financiaba con fondos que le trasladaba el Consulado de Comercio, entidad que disfrutaba del monopolio del comercio exterior de toda la Capitanía General de Centroamérica.

A partir de la revolución liberal del 1871 se cambia la estrategia, y se crea el Ministerio de Desarrollo como entidad promotora del desarrollo, y los mi­ nisterios de línea (educación, comunicaciones, etc.), como entes encargados de la obra pública. Esta ló­gica de desarrollo continúa durante los gobiernos liberales hasta la revolución de 1944, que propone un modelo de Estado de bienestar, creándose instituciones como el IGSS (Instituto Guatemalteco del Seguro Social). Con motivo del “ajuste estructural”, implementado a partir de la década de 1980, el Es­ tado ha disminuido su presencia en programas de desarrollo, trasladando parte de sus funciones a los denominados “fondos sociales”, y observándose una mayor presencia de ONG.

equívocos en el Desarrollo De Guatemala

El Estado de Guatemala carece de una estrategia consistente de desarrollo que permita que la población mejore sus condiciones a partir de que se le abran oportunidades de acceso a los servicios básicos. De tal cuenta ha habido periodos históricos en que las mejorías se han hecho sensibles para la población, y periodos en que se ha denotado un decrecimiento de los mismos.

La ausencia de una estrategia es debida a que no existe continuidad de políticas, las cuales son asumidas de manera diferenciada por los gobiernos de turno, que han pertenecido siempre a partidos políticos diferentes. Y no ha existido una puesta en común de los elementos de políticas públicas que deberían trascender a los gobiernos; es decir, ha habido una gran debilidad en las políticas de Estado.

Un ejemplo de esta variabilidad de políticas de promoción del desarrollo es el establecimiento y posterior clausura del Mercado Común Centroamericano, el cual funcionó por un par de décadas, habiendo dejado al final una situación crítica, al haber generado una gran centralización del país alrededor de la ciudad capital. El atractivo que se generó con el establecimiento de las industrias (protegidas) en la capital provocó una enorme movilización humana en busca de oportunidades de trabajo. Y si comparamos el aporte que la industrialización dio a la producción nacional, encontramos que no superó un 16% del PIB. Y ello a costa de una gran centralización, y de un muy bajo aporte fiscal.

Población y desarrollo

En un estudio denominado “Determinantes del crecimiento económico, población y familia, el caso de Guatemala”, se demuestra, a partir de datos de los últimos censos y encuestas nacionales, que las causas de la pobreza no están en el crecimiento poblacional, tal como se ha creído. El estudio en mención sugiere que, por tanto, las políticas de control de la población son equivocadas, pues impiden fortalecer los elementos clave de un desarrollo sostenible, los cuales están en el capital humano, el capital social y el capital moral.

El estudio en mención confirma algo que ya los premios Nobel de economía, Gary Becker y Amartya Sen han demostrado con anterioridad, al plantear que son las familias las que generan esos capitales, fundamento de cualquier crecimiento económico sostenible.

Recomienda también el estudio que para que el crecimiento económico sea robusto y de largo plazo, es necesario continuar con las políticas de profundización de la liberación económica, procurando eliminar las discontinuidades, y fortalecer las instituciones, especialmente la familia, el sistema educativo, el estado de derecho, la propiedad y la transparencia.

Este estudio es importantísimo pues aclara, con meridiana claridad, varios conceptos y supuestos, y por tanto servirá de base para que las políticas públicas de largo plazo que busquen el bienestar de la Nación no se fundamenten en percepciones, sino en datos científicos debidamente sustentados y culturalmente pertinentes.

Pero es precisamente por estar orientado a la persona que la promoción del desarrollo se vuelve compleja, pues debe ser pensada de manera integral por lo que normalmente se privilegia alguna de sus facetas para encontrarle “una puerta de entrada”.

Así, hay quienes apuestan por promover el de­sarrollo desde lo político­institucional; otros desde la sostenibilidad ambiental; los hay que lo ven desde lo social, proponiendo mejorar los indicadores de necesidades básicas insatisfechas.

Los estructuralistas plantean que el desarrollo se debe abordar desde la vía de lo económico, mejorando el ingreso de las familias para que estas puedan, con decisiones desde su cultura, resolver las necesidades humanas y auto­promoverse.

Y están los que proponen el “cambio cultural”, argumentando que hay culturas más proclives al desarrollo que otras, y lo inducen impulsando accio­ nes que obligan a las sociedades a cambiar tradiciones y costumbres. Y entre esos cambios “forzados” está el del control de la natalidad, impulsado por estos grupos interesados. Hay que hacer la salvedad que las culturas son fluidas, pero lo que no se vale es que se pretenda forzar el cambio según visiones particulares de desarrollo.

En estos grupos se piensa que la vía más rápi­da de promover desarrollo es disminuyendo la natalidad, lo que demuestra una visión simplista y descontextualizada, no solo de la cultura, sino del entendimiento de las bases morales y sociales de un desarrollo congruente.

Para ello el estudio antes mencionado demuestra, con base en modelos econométricos, que la natalidad no es causa de pobreza. Y que, como dicho, más bien socava los elementos básicos para pensar en un crecimiento económico sostenible, y en un desarrollo centrado en la persona.

sobre las teorías económicas

Las teorías de desarrollo de “nivel de país”

Se pueden agrupar las teorías de desarrollo económico a nivel de país en los siguientes cuatro grupos: clásicas y tradicionales, neoclásica del crecimiento económico, modelo de industrialización por sustitución de importaciones, y modelo neoliberal.

A continuación se expone cada una de las teorías.

Teorías clásicas y tradicionales del desarrollo económico

Se originaron con los trabajos de Schumpeter (1934) y los desarrollos posteriores de Lewis (1954), Rostow (1956), Mynth (1958), Nurkse (1953), Rosenstein­ Rodan (1961), y Fei­Ranis (1961) entre otros. Las teorías desarrolladas por estos autores comparten dos aspectos: el enfoque histórico del proceso de desarrollo desde sociedades precapitalistas hacia sociedades capitalistas; y la concepción dualista de una economía en desarrollo o menos desarrollada.

El primer sector precapitalista o sector de subsistencia se caracteriza por la baja productividad de los recursos humanos y en donde los “agentes” residentes en el sector explotan algún recurso natural (principalmente la tierra) o usan su propia fuerza laboral. El segundo sector (capitalista) es uno de mayor productividad de los recursos humanos y con una dotación de capital que permite a los “agentes” de este sector realizar actividades productivas.

Bajo la concepción clásica o tradicional el proceso de desarrollo económico consistía en el proceso mediante el cual la economía pasa de una situación inicial llamada de “subdesarrollo” a otra de desarrollo (y de “equilibrio”) con crecimiento sostenido, mayores niveles de ingreso por habitante y con plena utilización de los recursos humanos. En la situación de desarrollo, la economía en su totalidad funciona como una economía capitalista sin distorsiones sustantivas en los mercados y sectores. Las causas principales que explican la situación “inicial” del subdesarrollo para los clásicos son: insuficiencia de la demanda interna para absorber la mano de obra de los sectores no capitalistas; ausencia de una significativa clase capitalista que permita generar la demanda vía ahorros e inversiones; y el bajo desarrollo del sector financiero que no permite canalizar los ahorros hacia inversiones productivas.

Para los clásicos, “el salto cualitativo” desde la situación inicial de subdesarrollo hacia la situación final de desarrollo y crecimiento sostenido requiere de una serie de condiciones. Entre ellas: la oferta de trabajo debe responder a los incentivos “salariales” de mercado; la existencia de cambios políticos, sociales, institucionales y culturales sustanciales a favor del cambio hacia la situación de desarrollo; la aparición e incremento de una clase empresarial innovadora, con altas propensiones a invertir y ahorrar. De los autores clásicos de este grupo de teorías, el que más destaca el papel de los empresarios en el proceso de desarrollo es el ya mencionado economista Schumpeter (1934).

La teoría tradicional neoclásica del crecimiento económico

Desde Schumpeter (1934) existe una clara diferencia entre desarrollo y crecimiento económico. Al respecto Schumpeter sostiene: “Mientras que crecimiento económico es el proceso gradual de la expansión de la producción de bienes y servicios, desarrollo económico es un proceso dramático de llevar a cabo nuevas combinaciones y medios o métodos de producción de bienes y servicios en cantidad y número, con transformaciones de la organización de las industrias”. Por su parte, Stiglitz (1998) afirma: “Desarrollo representa una transformación de la sociedad, un movimiento de tradicionales relaciones, formas de pensar, formas de abordar los problemas de salud y educación, y métodos de producción a otras formas modernas e innovadoras”.

La relevancia de las teorías neoclásicas de crecimiento económico no radica en la explicación de las diferencias de crecimiento entre países pobres y ricos sino más bien en la identificación de ciertas variables/parámetros que inciden, cambian o alteran la trayectoria de una economía hacia el sendero del crecimiento sostenido. Las variables/parámetros enfatizadas por estas teorías son entre otros: la pro­ pensión al ahorro de los países y el nivel de la tasa de ahorro; el crecimiento de los factores tangibles por habitante; la tasa de crecimiento poblacional; la tasa de depreciación del capital; y los recursos.

El modelo de industrialización por sustitución de importaciones (ISI)

Las propuestas de Prebisch (1950) y Singer (1950) surgen desde la cepal en la década de los cincuenta, y finalizan en los setenta del siglo XX. El modelo de isi se basa en las teorías clásicas de desarrollo económico con un énfasis en las consecuencias negativas del comercio internacional para los países en desarrollo o pobres denominados países de la “periferia o del Sur” en su relación comercial con los países desarrollados, industrializados o ricos denominados como países del “centro o del Norte”.

La tesis de Prebisch-­Singer (denominada también “estructuralista”) sostiene que distorsiones en el funcionamiento de los mercados laborales y/o de los productos y diferencias en las elasticidades precio e ingreso de la demanda de los productos transados entre los países del centro y la periferia originan una tendencia decreciente de los términos de intercambio en contra de los productos de exportación de bienes primarios de los países de la periferia y a favor de los productos manufacturados exportados por los países del Norte.

El modelo neoliberal

El activo papel del Estado en casi todos los mercados de las economías en desarrollo (en particular en América Latina entre 1950 y finales de los años 1980) que condujo la estrategia dirigida hacia el desarrollo del mercado interno propulsada por el modelo de industrialización por sustitución de importaciones tuvo consecuencias negativas para los países que las implementaron.

A nivel macroeconómico, originó bajas tasas de crecimiento del PIB real por habitante; altas tasas de inflación; desequilibrios permanentes en las cuentas básicas de las economías (el fiscal y el monetario). De otro lado, la población en situación de pobreza y las desigualdades de ingresos se incrementaron (Bhagwati, 1978, Krueger, 1978; Bruton, 1998). Estos hechos llevaron al resurgimiento del “pensamiento (neo) liberal” donde el principio del mercado libre de distorsiones (en particular las originadas por el activo rol del Estado en los mercados) y el énfasis en los llamados “fundamentos de la economía” re­ querían ser la base del desarrollo de las economías de la periferia.

El primer principio postula que la economía de mercados de competencia perfecta asigna mejor los recursos sin la necesaria intervención del Estado. En el modelo de industrialización por sustitución de importaciones dicha intervención producía ineficiencias en dicha asignación. El segundo principio postula la separación entre los criterios de eficiencia y equidad. Mientras el mercado conduce a la eficiencia en la asignación de los recursos, el Estado puede concentrarse en los problemas distributivos y de pobreza. El tercer principio postula que bajo el modelo liberal las diferencias entre países pobres y ricos tenderán a desaparecer con un apropiado crecimiento y cambios de los fundamentos.

El “nuevo modelo” liberal también trajo una nue­ va denominación a la eliminación de las distorsiones, las llamadas “reformas estructurales”.

Reflexión

Las teorías clásicas del desarrollo a nivel de país, así como los modelos estático y dinámico de crecimiento neoclásicos y liberales no incorporan:

- La heterogeneidad en los factores económicos, geográficos, demográficos y sociales al interior de las regiones de cada país.

- Ni las diversas interrelaciones entre los comportamientos de los agentes que afectan las actividades dentro de las regiones o áreas locales especificas al interior de los países.

- De otro lado, el enfoque macroeconómico de los modelos evita considerar aspectos microeconómicos del proceso de desarrollo de los países.

Las teorías de desarrollo económico a nivel “local”

Las teorías de desarrollo económico local pueden clasificarse en las siguientes opciones:

- Las teorías de localización, espacio geográfico y desarrollo regional;

- Las teorías de organización, instituciones y dis­torsiones de los mercados;

- Las teorías basadas en los comportamientos de los agentes;

- Las teorías basadas en la competitividad de las áreas locales;

- Las teorías de las ciudades interiores;

- Las teorías de clusters.

A continuación se expone, de manera resumida, cada uno de los acercamientos teóricos que se han propuesto para la comprensión del desarrollo económico local.

Teorías de localización, espacio geográfico y desarrollo regional

Una de las teorías del desarrollo económico local es la denominada “Teoría de la base económica regional”. De acuerdo con esta teoría, el desarrollo de una región (o área específica local) depende de los efectos e interacciones que producen en las ac­ tividades de la región un grupo de sectores o actividades denominados sectores básicos sobre el resto de actividades o sectores denominados sectores no básicos. Lo que impulsa el desarrollo de la región es el desarrollo de los sectores básicos cuyos productos son demandados fundamentalmente por regiones externas a la ubicación de los sectores básicos. El sector (o sectores) básico(s) representa(n) el sector “exportador” de la región.

Dos conjuntos de factores determinan el desarrollo del sector(es) básico(s) (exportador) de una región específica:

- el primero es el conjunto de factores internos a la región

- el segundo conjunto de factores son los denomina­ dos externos a la región.

Entre los factores de espacio, de localización y geográficos, se destacan los siguientes:

- Los costos de transporte;

- Los laborales;

- La existencia de “economías externas” (externalidades) y de aglomeración.

- Polos de desarrollo.

La mayor limitación de las teorías de localización, de la geografía económica y del espacio, es la incidencia que han tenido el desarrollo tecnológico y las telecomunicaciones en la reducción de los costos resultantes de la localización, en particular la incidencia sobre los costos de transporte.

Teorías de organización, instituciones y distorsiones de los mercados

Las teorías de organización y distorsión de mercados se refieren a “instituciones”, siendo afectadas, por tanto, a nivel de países. Así, los problemas de información y otras distorsiones de mercado a nivel de las localidades al interior de los países pueden obstaculizar el desarrollo de estas.

La política de desarrollo económico local concentrada en los fracasos o distorsiones de los mercados tiene dos ventajas sobre el enfoque tradicional y el denominado de ‘la nueva ola’ de las políticas de desarrollo económico local. Por un lado, la concentración de las políticas en las actividades que el sector privado no puede hacer, permite al gobierno una mejor utilización de sus escasos recursos. De otro lado, las metas de las políticas son sujetas a medición de acuerdo a los análisis de beneficios y costos. Las limitaciones de las políticas Del basadas en los fracasos del mercado son tres. La primera es que existen problemas de información para la determinación de algunos de los beneficios de las intervenciones del gobierno. Superar esta limitación, exige de los gobiernos locales una mayor atención a la generación de información y estadísticas. La segunda es que la política se concentra en los problemas de eficiencia y no de distribución. Como consecuencia un apropiado análisis costo beneficio requiere incluir los problemas distributivos de la intervención. La tercera es que no toma en cuenta los beneficios y costos que pueden resultar a otras regiones.

Teorías basadas en los comportamientos de los agentes

Una de la mayores distinciones en el análisis del desarrollo económico local con respecto a la de país es la introducción específica de incidencia de las acciones, interacciones y del papel de los ‘agentes económicos’ en el desarrollo de las áreas locales. La firma y su capacidad empresarial, el capital social, las mujeres, los grupos de interés, etc., son sólo ejemplos de tales agentes privados.

Entre las formas y mecanismos destacan la incidencia de las empresas sobre: el proceso de innovación y difusión tecnológica.

Un aspecto muy importante y que ha sido incorporado en la literatura económica y sociológica en las últimas dos décadas es el capital social.

Un agente relevante en el proceso de desarrollo de las áreas locales son las universidades y centros de investigación.

Teorías basadas en la competitividad de las áreas locales

El concepto de competitividad a nivel de país y local fue expuesto por Porter. Desde la publicación de este concepto, el término de la competitividad se ha di­ fundido de tal manera en los países en desarrollo (y desarrollados) que se ha convertido en una especie de estrategia de desarrollo para dichas economías. El concepto sin embargo no está exento de limitaciones. La principal es la multiplicidad de definiciones la cual ha implicado que su base teórica sea frágil.

Teoría de las ciudades interiores

Una segunda aplicación del concepto de competitividad expuesto por Porter es el desarrollo de los ‘distritos interiores’ a las ciudades grandes con menores o bajos niveles de desarrollo. Porter argumenta que el desarrollo de estos distritos no requiere de caridades, o de incentivos artificiales por parte del gobierno. Todo lo contrario, requiere el desarrollar las ventajas competitivas y negocios que induzcan al desarrollo. De acuerdo a Porter, las principales ventajas de los distritos interiores en los Estados Unidos son: la localización estratégica (alrededor de distritos más grandes y ricos); la potencial demanda local no explotada por los negocios de los propios distritos interiores; la integración con clusters regionales (existentes en los distritos vecinos a los distritos interiores); los recursos humanos.

Teoría de clusters

Una aplicación del concepto de competitividad también expuesto por Porter y de actual auge en los países desarrollados es el de clusters. La definición estándar de cluster (de acuerdo a Porter) es: un grupo de firmas (entidades) relacionadas (de forma horizontal, verticalmente o de soporte) ubicadas en un área geográfica determinada que aprovechando una serie de aspectos (como externalidades, ahorros de costos de transacción, disponibilidad rápida y a gusto del cliente de los insumos, etc.) proveen ventajas a las firmas, sectores, distritos o regiones de un país donde las firmas están ubicadas.

Entre los principales elementos del desarrollo de los clusters que inciden en el Del destacan: la generación de externalidades; la explotación de las economías de aglomeración; el ambiente y el proceso de innovación; las relaciones de cooperación, interrelaciones y coordinaciones entre empresas que conforman el cluster; la rivalidad entre firmas; y el sendero de dependencia tecnológica.

Referencias

29. Para el caso de América, se sabe que los primeros nómadas ingresaron por el estrecho de Bering hace unos 30 mil años, y que deambularon por amplios territorios como nómadas, hasta que se asentaron hace unos 10 mil años.

30. El hombre considerado como el más rico del mundo del siglo xviii, el barón de Rotchild, murió relativamente joven de una sencilla infección que le causó septicemia, la cual hoy se cura con una inyección de penicilina, que está al alcance de prácticamente cualquier persona.

31. En el siglo xv en Europa concluye la época feudal, y se da inicio al Renacimiento, el cual a su vez da paso a la Reforma. En el mismo periodo histórico en América prevalece el imperio azteca, en Guatemala los mayas se han instalado en las tierras altas, y en Perú brilla el imperio Tawantinsuyo.

32. Históricamente el socialismo marxista fue una res­puesta al incipiente capitalismo.

33. El asunto central de diferenciación entre la propuesta capitalista y la propuesta socialista está alrededor de la no­ción de subsidiariedad. En el capitalismo se asume que la persona producirá y de sus frutos vivirá. En el socialismo se asume que la producción se hace desde el Estado, y que este distribuirá los frutos. Con los años esta diferenciación se ha diluido, y hoy es mucho más sutil.

34. El automóvil, puesto al servicio de la sociedad, es un “invento” de Henry Ford, quien bajo una concepción capitalista, logró no solo su producción en serie, sino ponerlo al alcance con modalidades económico­financieras muy creativas. El automóvil ha producido un cambio cultural de primer or­ den en el mundo, por lo que su aporte a la comodidad y a la libertad de locomoción es un bien social.

35. La encíclica fue publicada el 15 de mayo de 1891, y se refiere a la situación de los obreros.

36. El dilema máquina­hombre persiste aun en muchas mentalidades, que atribuyen a esta el disminuir puestos de trabajo. Sin embargo, la maquina ha sido la que ha permitido una mayor eficiencia en el trabajo (productividad), haciendo que el hombre produzca más con los mismos recursos y con mayor comodidad.

37. Los gobiernos de la época colonial, así como los de los conservadores una vez alcanzada la Independencia de Guatemala, mantuvieron una buena parte de las costumbres y tradiciones indígenas, como la posesión de tierras comunitarias, el sistema de “protección social” de las comunidades, etc. Con la llegada de los liberales todo ello se eliminó, especialmente el sustento de las mismas, la tierra, que fue arrebatada a las comunidades y entregada a los productores de café, base de la nueva economía instalada a partir de esas fechas.

38. El libro Reseña de la situación general de Guatemala, de Pio Casal (Enrique Palacios), escrito en la época, ilustra ampliamente sobre el funcionamiento de la economía.

39. Con el gobierno de Arévalo (1945­1950) concluye una época de gobiernos liberales, y se da paso a dos gobiernos de tipo socialista, que concluyen con una contrarrevolución ins­ pirada y apoyada por los norteamericanos con la invasión de Castillo Armas quien más tarde ostenta la presidencia del país.

40. Ello se dio ante la evidencia que el “progreso” no llegaría por si solo, y que no iba en la línea que se asumía que debía ir.

41. El capitalismo teórico más acendrado plantea, aun hoy, la teoría del trickle down, mediante el cual el crecimiento económico de las elites ira perneando la sociedad hacia abajo, de manera que todos se beneficiarán. Esta teoría no es realista, puesto que hoy el sistema capitalista es fundamentalmente financiero, y las especulaciones financieras no reflejan esa opción de beneficio estratificado a diversos grupos sociales.

42. Estos dos elementos son los más importantes, no solo por tener que ver con la dignidad de la persona humana, sino que son la base del trabajo productivo y eficaz. No podría pensarse en trabajadores enfermos, como tampoco en trabajadores ignorantes, especialmente ahora, cuando la tecnología es parte fundamental de casi cualquier actividad productiva.

43. La libre concurrencia es vital para que funcione ade­ cuadamente un sistema económico capitalista. Se refiere a que todos los ciudadanos tengan la opción de entrar al negocio, al mercado. Lo opuesto es el sistema mercantilista, en el cual solo los privilegiados tienen la opción, por su cercanía al poder.

44. El Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (pnuD) ha elaborado un indicador, denominado índice de desarrollo humano, que se construye con los niveles de educación de la población, tomando en cuenta escolaridad, alfabetismo, etc.; así como con los niveles de salud, tomando en cuenta morbilidad y mortandad infantiles, esperanza de vida, etc. El índice cuenta con otra serie de elementos que ayudan a medir, año con año, el avance o retroceso que un país tiene en esos indicadores.

45. Realmente esta teoría intenta explicar la razón por la cual los países no se desarrollan, y lo sustenta en la inequidad de los términos de intercambio. Por ejemplo, plantea que hoy se requiere diez veces más de materia prima exportada para importar el mismo tractor que hace unos años importábamos con una unidad.

46. El proteccionismo industrial derivado de la teoría colapso cuando se abrieron los mercados, debido a que los ciudadanos de ese país pagaban más caro por productos de baja calidad por ser protegidos.

47. Ha sucedido en el pasado que por el afán económico se han implementado proyectos productivos que han aniquilado miles de especies animales y vegetales, causando un daño enorme a la humanidad.

48. Una dificultad real y permanente es lograr proyectos de desarrollo que sean autosuficientes en lo financiero. Lo contrario hace que desaparezcan o que requieran, en per­ manencia, subsidios, que no son más que quitar recursos de un lado para “regalarlos” en otro.

49. Ello debido, sin duda, a que ha sido en los últimos cien años cuando la humanidad ha crecido en proporciones verdaderamente gigantescas, lo cual requiere de avanzar con velocidad en nuevas opciones para hacer la vida humana viable.

50. Ello no significa que hayamos, como humanidad, alcanzado el desarrollo, pues este es una utopía inalcanzable.

51. La encíclica Populorum Progressio del papa Pablo vi se titula “Sobre la necesidad de promover el desarrollo de los pueblos”, y fue emitida el 26 de marzo de 1967. Propone la urgencia del desarrollo, pero con el cuidado de no romper el equilibrio y armonía que son indispensables.

52. Realmente ningún desarrollo será posible sino parte del esfuerzo individual. Si no se da esta condición, se corre el riesgo del paternalismo, que hace mucho daño a la persona.

53. La doctrina social de la Iglesia católica propone un trípode para el desarrollo: considerar a cada persona por su dignidad, la subsidiariedad y la solidaridad. Estos tres ele­ mentos se recogen de la doctrina cristiana.

54. Esto es especialmente importante en países como Guatemala, en que conviven hasta 22 etnias diferentes, cada una con especifidades culturales. Obviamente el Estado debe encontrar el común denominador, pero respetar las aspiraciones humanas en cuanto a lo que consideran mejor nivel de vida.

55. La mejor forma de comprender el funcionamiento sistémico es compararlo con el cuerpo humano en donde funcionan los diferentes órganos y aparatos vinculándolos por un “sistema”.

56. Una de las mayores debilidades del Estado guatemalte­ co es su debilidad institucional. Hay conciencia de ello, por lo que se espera que en un tiempo prudencial se fortalezca esa institucionalidad, que es base para un desarrollo democrático sólido.

57. Quienes plantean esta opción, se sustentan en ejemplos, como el de Estados Unidos de América, que a partir de una Constitución sencilla y permanente por más de tres siglos, ha dado pie a un desarrollo formidable para el país.

58. Esta propuesta es definitivamente valida, por cuanto cualquier desarrollo posible lo será a partir de satisfacer esas demandas humanas.

59. En esta teoría se sustentan los culturalistas, y ahora en Guatemala, las corrientes neopentecostales inspiradas desde Norteamérica. Ellos plantean que se requiere de un cambio cultural para cambiar las creencias ancestrales, y si­ tuarlas en pensamientos modernizadores y amigables a las corrientes más liberales.

60. El psicólogo Maslow planteó su teoría en la década de los cuarenta del siglo pasado, y a la fecha sigue siendo un sistema valido para analizar por categorías las aspiraciones humanas.

61. Una de las potencialidades de Guatemala es el geo­ plasma tan variado, el cual se deriva de la gran variedad de microclimas en un territorio relativamente pequeño. Así, se puede pasar del nivel del mar hasta los 4 mil metros sobre el nivel del mar en menos de 70 kilómetros. En estos momentos en que se discuten los términos de los tratados de libre co­ mercio se libra una fuerte batalla para que se reconozcan los derechos de los territorios sobre esos recursos naturales.

62. La gran ventaja que nos presenta el tema económico es que, además de ser primordial, permite asumirlo independiente de ideologías o propuestas políticas. La economía es entendida en este contexto como el aprovechamiento más racional de recursos siempre escasos.

63. Obviamente esto lo permite únicamente un sistema capitalista pero con responsabilidad social.

64. Entendemos capital como lo principal, la cabeza (de caput).

65. Algunos analistas del desarrollo critican el uso de “capitales” para este propósito, aduciendo su concepción economicista.

66. En la concepción popperiana, en la que todos los in­ dividuos participan con ciudadanía completa, sin importar sus orígenes étnicos, sociales, de nacimiento o clase social.

67. Entropía significa el desorden existente en un sistema.

68. La cohesión social es una denominación que surge en Europa después de la caída del socialismo real en Europa oriental (a partir de 1989), y que consiste en los esfuerzos por homogeneizar los indicadores sociales de la sociedad, a la par de favorecer el ambiente para generar oportunidades para todas las personas.

69. Se ha trabajado en los instrumentos idóneos para medir el capital social en diversas etnias del país. Estos instrumentos son: encuestas, análisis del nivel de conflictividad, grupos focales, número de entidades y participación en las mismas, etc. Conocer el nivel de confianza existente en una comunidad permite definir mejor la estrategia de acercamiento en una comunidad en que se desea trabajar programas de desarrollo, como los de desarrollo económico desde lo local, mediante la modalidad de los grupos gestores.

70. Esta dependencia por cuanto en la experiencia gua­ temalteca muchos de los avances comunitarios dependen de la gestión que su comunidad haga ante las autoridades, y ello depende, a su vez, del nivel de confianza y asociatividad que se tenga. Esto se mide a través de los comités pro mejoramiento, y últimamente, a través de los consejos comunitarios de desarrollo (Cocode); una modalidad contemplada en la Constitución de la República, y que forma parte (la base) del sistema de consejos de desarrollo, que van de lo comunitario a lo municipal, y de ello a lo departamental, luego a lo regional y por último a lo nacional. Este último consejo recibe las demandas de las bases, y da respuesta priorizando de acuerdo a la estrategia nacional. El consejo nacional se integra con el presidente de la República y los ministerios de línea.

71. Ya indicamos en acápite anterior que el desarrollo humano se puede medir a través del índice de desarrollo humano que anualmente publica el pnuD, y que ayuda a compararse con otros países similares, y con el mismo año con año. Adicionalmente el pnuD publica anualmente un índice nacional de desarrollo humano, abordando cada año un énfasis especial. En el informe del año 2006 se privilegia el análisis de las condiciones de discriminación que padecen las poblaciones indígenas del país.

71. Ya indicamos en acápite anterior que el desarrollo humano se pue72. Una buena parte de estas (quizás un 20%) han sido afectadas por la tormenta Stan que padeció el país a finales del año 2005, y que requieren fuertes inversiones para re­ vitalizarlas. El problema estriba en que ello suspende nuevos proyectos carreteros, por cuanto los presupuestos de la nación son limitados.de medir a través del índice de desarrollo humano que anualmente publica el pnuD, y que ayuda a compararse con otros países similares, y con el mismo año con año. Adicionalmente el pnuD publica anualmente un índice nacional de desarrollo humano, abordando cada año un énfasis especial. En el informe del año 2006 se privilegia el análisis de las condiciones de discriminación que padecen las poblaciones indígenas del país.

73. Este año se cumplen quince de la firma de los Acuerdos de Paz, y en la población existe frustración por los pocos avances conseguidos a la fecha. Este año será propicio para revisar las estrategias propuestas en el 96.

74. El crecimiento de la población de Guatemala ha ido disminuyendo lentamente, de un 2.9% hace apenas diez años, a cerca del 2.6% en el último año.

75. Las demandas de la sociedad por incrementar el gasto social son enormes, e incluyen gran variedad de temas. Se dice, por ejemplo, que el gasto actual en lo social seria insuficiente incluso solo para la educación. Entre las últimas demandas se ha planteado una reciente ley que obliga a compensar a los mayores de edad (65 años) que carezcan de trabajo, con un estipendio mensual.

76. La innovación es un elemento central para el desarrollo, pues se trata de hacer las cosas de diferente manera para obtener resultados mejores. Como sentenció Einstein: “Es idiota esperar resultados diferentes haciendo las cosas de igual manera”.

77. En Guatemala no se aprovecha el legado maya en cuan­ to a conocimientos profundos y valiosísimos en diversos cam­ pos del saber. Este es un tema que se espera pueda investigarse más a fondo a partir de que se organice la Universidad maya. O en su defecto, un centro de investigaciones sobre ello.

78. Según el autor Russ es el modo de producción que mejor se adapta al utilizado por los mayas primitivos.

79. La política de reducción obligó a trasladarse a las personas de sus viviendas en sitios alejados a la formación de “pueblos” al estilo de las poblaciones españolas. Ello conllevo un cambio en los estilos de producción y uso del tiempo.

80. En este año, 1871, la revolución liberal cambio radi­ calmente las estructuras sociales del país, acorde a una visión liberal de búsqueda del progreso “lineal”

81. Puede verse que las estrategias económicas en la his­ toria han sido fundamentadas en las exportaciones.

82. La producción de añil se implementa posterior a la caída de producción de la cochinilla.

83. Por esta época ya se dependía para la consecución de divisas de siete productos denominados desde entonces como tradicionales. Estos son: café, ganado, azúcar, petróleo, inicios del cardamomo.

84. La exportación de productos no tradicionales ha crecido de manera consistente a partir de la estrategia de fomento servida por la Agexport, una estrategia funcional mediante la cual el Gobierno cedió a la iniciativa privada la promoción de las exportaciones.

85. El primer ministro de Desarrollo fue el quetzalteco Delfino Sánchez, quien a su vez fue cofundador del Banco de Occidente (financista de la incipiente actividad cafetalera), así como de la primer industria rural del país, la fábrica de hilados y tejidos Cantel.

86. Elaborado por la doctora en Economía María So­ phia Aguirre, investigadora de la Universidad Católica de Washington.

87. El estudio de la Dra. Aguirre puede consultarse en la página electrónica de la fundación Fadep, .

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