Mariano de Aycinena y Piñol

Síndico del Ayuntamiento, Prócer de la Independencia y Jefe del Estado de Guatemala.

Fecha de publicación: 28-01-21

Por: Roberto Gutiérrez Martínez

Don Mariano de Aycinena y Piñol nació en la Nueva Guatemala de la Asunción el 15 de septiembre de 1789, siendo hijo de don Juan Fermín de Aycinena e Irigoyen, poseedor del único Marquesado otorgado a guatemalteco –por el Rey Carlos III–, y de doña Micaela Piñol y Muñoz, su tercera esposa.

Mariano de Aycinena vivió una niñez y juventud con las comodidades de una familia “acomodada”; estudió en la Real y Pontificia Universidad San Carlos Borromeo, dedicando su vida al comercio, abogacía y especialmente a la política. Se casó a los 35 años de edad con doña María de la Luz Batres Juarros.

Siendo don Mariano Síndico del Ayuntamiento de la Nueva Guatemala de la Asunción, en ocasión del Cabildo Extraordinario del día 4 de septiembre de 1821 propuso que Guatemala debía seguir la política de Iturbide en México, declarándose independiente de España, pero siguiendo la propuesta del “Plan Pacífico” que él, su hermano Juan José, Pedro Molina, Mariano de Beltranena y José Francisco Barrundia habían preparado previamente. En dicho plan se proponía la continuidad de Gabino Gaínza como Jefe de Estado, asunto este que en la señalada reunión planteó don Mariano de Aycinena y Piñol. El Plan Pacífico proponía, en su Artículo Octavo: “Seremos aliados natos de la Península, y confederados de los nuevos gobiernos americanos”. Pocos días después, el 9 de septiembre, Gabino Gaínza aceptó el Plan Pacífico, al que originalmente se había negado, con lo que la estrategia de la “familia Aycinena” cobró fuerza.

El día de la declaración de Independencia –15 de septiembre de 1821– entre los 53 participantes a la reunión en el Real Palacio, se encontraban los miembros del Ayuntamiento de la Nueva Guatemala de la Asunción: el Alcalde don Mariano de Larrave, el Síndico Primero don Mariano de Aycinena, el Síndico Segundo, don Pedro de Arroyave, y los Regidores don José Antonio de Larrave y don Isidoro del Valle y Castriciones. Una vez redactada el Acta de Independencia, esta fue firmada por únicamente 13 de los asistentes, uno de ellos don Mariano de Aycinena y Piñol.

Luego de la Independencia, don Mariano de Aycinena promovió y apoyó la anexión al Imperio mexicano de Agustín de Iturbide, asunto que se consumó el 5 de enero de 1822; poco tiempo después el Emperador Iturbide le condecoró con la Gran Cruz de Guadalupe.

Conociendo la serias dificultades financieras que se vivían luego de la Independencia, Mariano de Aycinena propuso en 1823 se solicitara un crédito en Londres, el que finalmente fue aprobado por la Asamblea Nacional Constituyente de la República Federal de Centroamérica en diciembre de 1824 por un monto de un millón de Libras esterlinas (equivalentes a 7 millones 142 mil 857 pesos), deuda conocida en Guatemala como “la deuda inglesa”, cuya responsabilidad fue más tarde repartida entre los países cuando estos desintegraron la Federación. La “deuda inglesa” fue finalmente cancelada por Guatemala en junio de 1944 durante el gobierno del General Jorge Ubico, debiéndose cancelar en aquel momento Q6 millones 150 mil. ¡Tardamos 120 años para cancelarla!, pero se cumplió con el compromiso.

El día 1 de marzo de 1827 don Mariano de Aycinena y Piñol asumió la Jefatura del Estado de Guatemala. Poco tiempo después Guatemala sufrió una primera invasión de “liberales” desde El Salvador, los que fueron derrotados en la actual zona 10 de la ciudad Capital; acción bélica en la que participó el Presidente de la Federación Manuel José Arce.

Ante la amenaza que representaba Francisco Morazán, un liberal “vehemente”, recién nombrado Presidente de Honduras, y luego de su triunfo en la Batalla de la Trinidad, se planteaba a Guatemala un alto riesgo, pues se le reconocía a Morazán como enemigo de esta, por lo que don Mariano de Aycinena ordenó, el 18 de marzo, mismo mes de haber asumido la Jefatura del Estado, que se aplicara la pena de muerte a quienes apoyaran “al enemigo”, declarando proscritos a los liberales Pedro Molina, a su hijo Estaban Molina, Antonio Rivera Cabezas y a los militares Cleto Ordoñez, y a los mercenarios Nicolás Raoul e Isidoro Saget.

Ante el inminente riesgo de confrontación, en abril de 1829 Mariano de Aycinena firmó un “Convenio de Capitulación” con Morazán, el que este anuló a los pocos días, invadiendo la Capital de Guatemala apresando a don Mariano por negarse a entregar el armamento que había sido enterrado en cementerios de las iglesias. Don Mariano de Aycinena se vio forzado a exiliarse por varios años, volviendo a su patria hasta que se instaló el gobierno conservador del Brigadier Rafael Carrera y Turcios, en cuyo gobierno don Mariano fue nombrado Diputado a la Asamblea Constituyente de 1837, Consejero de Estado y directivo del Consulado de Comercio.

Don Mariano de Aycinena y Piñol falleció en la Ciudad de Guatemala el 22 de enero de 1855.

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