¿Cómo utilizar el conocimiento que brindan las Ciencias Sociales al desarrollo?
Hemos visto en los numerales anteriores el propósito de las ciencias sociales, y en ello se evidencia la forma en que cada una de éstas contribuye para explicar la situación nacional y de cada localidad. Hemos revisado también como se sugiere comprender la noción de “desarrollo”.
En cuanto a la forma de utilización de las Ciencias Sociales en forma práctica, a continuación se propone una explicación.
La antropología, mediante la metodología de “historias de vida”, ayuda a comprender los aspectos que están subsumidos en la cultura. Y la cultura es ese complejo de creencias, valoraciones y actitudes que la persona asume ante los acontecimientos de la vida.
Visto así, si se estudia la cultura de la comunidad se puede comprender mejor sus aspiraciones y expectativas en lo relacionado a su estilo de vida (conformismo o de soportar precariedades), su forma de entender la autoridad (y con ello el gobierno de su comunidad y país). El problema se complejiza por cuanto la cultura varía de comunidad a comunidad, de provincia a provincia, de etnia a etnia. De manera que es obligado comprender la cultura local para pensar en medios de gobernanza para el desarrollo y cohesión social.
La sociología, por su parte, permite estudiar las
movilizaciones que se dan en la sociedad. Analizan el Capital Social, esa fuerza intrínseca de relaciones dentro de la comunidad que facilitan los entendimientos, las solidaridades, las expresiones en actitudes y actividades de bien común. El análisis del Capital social de una comunidad permite ver en dónde se encuentran las debilidades y, especialmente, cuáles pueden ser detonantes de mayor interacción –sinapsis- entre los concurrentes sociales para prever y permitir acciones positivas.
En lo relativo a lo político, su análisis permite comprender los elementos básicos que pueden hacer que los ciudadanos actúen solidariamente en busca del bien común. Conviene profundizar en su estudio para identificar las claves que permitan que en Guatemala se comprenda que la democracia constitucional que nos rige cuente con personas que sepan que ésta se sustenta en partidos políticos reales, en los que se pueda participar con derechos y deberes y que, una vez formando parte de ellos los ciudadanos aporten sus visiones para construir una propuesta que compita con otras, pero dentro del juego democrático. Así, llegar al sufragio para escogencia de los liderazgos de gobierno, permitirá que esa gobernanza sea más participativa, y no solo representativa.
De la misma manera, la economía es otro complejo que requiere un análisis más profundo para ver mas allá de lo que representa el costo de vida, el comercio local y los intercambios en general. Requiere que se comprenda la denominada macro economía, que es la que al fin de cuentas puede hacer que la economía de la familia, de la empresa (microeconomía), falle. Felizmente en Guatemala el manejo monetario y los principios básicos del capitalismo son comprendidos de manera empírica por los pobladores en general, incluidos los que viven en ubicaciones muy remotas y apartadas. Ello explica, de alguna manera, las habilidades que en general el guatemalteco manifiesta en el comercio; pero la informalidad es el talón de Aquiles que debe reducirse. La informalidad está corroyendo el sistema económico y fiscal, asuntos éstos fundamentales para el funcionamiento del país.
Las razones que explican la alta informalidad en Guatemala son varias, cabe mencionar algunas: baja oferta de empleo en el sector formal de la economía; altos costos y dificultades para la formalización; débil ciudadanía fiscal (cultura de no tributar); bajo nivel educativo y de capacidades de las personas para iniciar negocios que requieren mayor creatividad.
Otra ciencia que ayuda a comprender el desarrollo de la sociedad es la historia, la que una vez revisada permite ver y explicarse el por qué de ciertas actitudes y comportamientos de los ciudadanos. El problema se suscita cuando se escuchan y entienden únicamente acontecimientos aislados de la historia, sin conocer las causales de esos acontecimientos.
Por algo se dice que un pueblo que no conoce y reconoce su historia está condenado a repetir sus errores.
La psicología social permite conocer los “sentimientos” de los individuos y grupos, y por este medio aliviarlos en una sociedad concreta. Es especialmente útil para sanar heridas psíquicas de un conglomerado humano que ha sufrido catástrofes o atropellos.
Igualmente ayuda a conocer los medios de persuasión y propaganda utilizados por los diferentes estamentos de la sociedad, sean éstos políticos o de cualquier otra índole.