Vicente Filísola –segundo gobernante en la historia guatemalteca– fue un militar nacido en Italia el año 1785. Sirvió al Rey español Fernando VII en la Nueva España (México), cambiando de bando en 1821 al unirse al plan independentista de Agustín de Iturbide, quien ya como emperador le envió a Chiapas con 500 hombres para “preservar el orden”, y presionar al gobernante Gabino Gaínza para realizar un plebiscito, en el que finalmente se resolvió la anexión a México el 5 de enero de 1822. Ello después de que lo hiciera Quetzaltenango (en noviembre del año anterior), y las provincias de Comayagua y León.
Vicente Filisola ingresó a Guatemala el 12 de junio de 1822, con breve estancia en Quetzaltenango. Diez días después Gabino Gaínza le entregó el gobierno de Guatemala, a pesar de la oposición que le plantearan los patriotas José Francisco Barrundia, Pedro Molina y Fernando Antonio Dávila; pero con el apoyo de algunos aristócratas guatemaltecos.
En el mes de noviembre de 1822, el general Vicente Filísola debió movilizarse con tropa para someter a San Salvador, reducto que se oponía a la anexión a México, venciéndoles después de ardua lucha el 9 de febrero de 1823. En esos días se enteró que el Emperador Iturbide había dejado el cargo el día 28 de marzo, derrocado por Antonio López de Santa Anna y Guadalupe Victoria, con lo que Filísola regresó a Guatemala, urgiendo la integración del Congreso Constituyente que estaba previsto en el Acta de Independencia. Algunos de los biógrafos de Filísola aseguran que este buscaba quedarse en Centroamérica como un émulo de Iturbide.
En Acta de la Municipalidad de Quetzaltenango, fechada el 4 de abril de 1823 se indica: “En virtud de haber manifestado el Señor Jefe Político Superior y Capitán General de Guatemala todas las circunstancias políticas en que se hallan las Provincias de México y lo que ha determinado, en vista de ellas, el Muy Ilustrísimo Señor Jefe Superior Político y Capitán general de Guatemala don Vicente Filísola, explorada la voluntad de todos si querían reunirse de nuevo a Guatemala y enviar sus Representantes al Congreso que se ha de reunir en aquella Capital, se acordó por voto general lo siguiente: que es su voluntad volver a reconocer el gobierno que se instale legítimamente en Guatemala, a cuyo efecto se da cuenta de esta determinación al citado Ilustrísimo Señor Capitán General de Guatemala para que así lo haga presente a las Autoridades y Corporaciones de aquella Capital, y que por medio del Señor Jefe Político de esta Provincia se convoque a los pueblos para que inmediatamente se proceda a las elecciones de los Diputados que deben ir al Congreso de Guatemala”. Firman el jefe Político Manuel de los Monteros y más de siete distinguidos ciudadanos, entre ellos el doctor Cirilo Flores quien junto a su hermano don Francisco Flores fueron electos como Diputados por la Provincia de Quetzaltenango. De la actividad de Cirilo Flores como Diputado al Congreso se dice que fue “influyente y exaltado”.
Cuando la caída del Imperio mexicano de Iturbide, Filisola –astuto político– decretó la separación de México, instalando el 1 de julio de 1823 la Asamblea Nacional Constituyente, indicando esta que la anexión a México era “nula de hecho y de derecho, violenta y tiránica”. Días después se nombró un Triunvirato para dirigir las cinco Provincias convertidas ya en una sola República, con Manuel José Arce, Juan José Villacorta y don Pedro Molina (quien sería el siguiente Jefe del Estado de Guatemala). El 3 de julio Filísola solicitó que lo “relevaran de su cargo político por considerarlo incompatible con sus funciones al servicio de México”, lo que fue resuelto por la Asamblea confirmándole como Jefe Político Superior.
Ante la oposición manifiesta de la ocupación de tropas mexicanas (no había una milicia nacional en suelo centroamericano) por parte de los liberales de las Provincias (especialmente de Honduras, Nicaragua y Costa Rica), Filísola salió finalmente con la tropa mexicana el 3 de agosto de 1823, no sin antes haber recibido 36 mil pesos (de los que Quetzaltenango tuvo que pagar mil pesos). Sectores conservadores no estaban de acuerdo con la salida del ejército mexicano, aduciendo que guardaban el orden en la Ciudad, dándose efectivamente a partir de septiembre situaciones tensas, especialmente dirigidas por el Capitán Rafael Ariza, quien se impuso por unos días hasta que, perdiendo parte de su apoyo militar, huyó finalmente. El Doctor Cirilo Flores quien presidía la Asamblea, actuó con valentía defendiendo la institucionalidad del Congreso.
En su camino de regreso a México, al pasar por Ciudad Real (hoy San Cristóbal las Casas), Filísola disolvió el gobierno que lo presidía y promovió la separación de esta Provincia de Centroamérica. Más tarde, durante la campaña militar de Texas, y cuando Antonio López de Santa Anna fue hecho prisionero, Filísola desobedeció órdenes de este retirando las tropas hasta el Río Bravo, asunto que disgustó a los generales por lo que fue destituido y procesado. Vicente Filísola, considerado como “un General aventurero”, murió en México el 24 de julio de 1850.