Sugerencias de hace un siglo; válidas hoy día

Fecha de publicación: 30-04-20

Las recomendaciones emanadas el 20 de abril de 1920 -cuya fuente de información son las “Actas de la Municipalidad de Quetzaltenango”- ameritan ser revisadas, actualizadas e implementadas.

Por: Roberto Gutiérrez Martínez

El 20 de abril de 1920, hace exactamente 100 años, un grupo de destacados líderes de Quetzaltenango propuso al Gobierno Central -en ese momento presidido por el señor Carlos Herrera- una serie de “sugerencias oportunas para el desarrollo de la región Occidental del país”. Ello atendiendo a previa invitación recibida del Presidente de la República por intermedio de la Jefatura Política de Quetzaltenango. De dichas sugerencias recojo hoy las que me parecen atinentes a nuestra situación actual, mismas que salvando la distancia temporal, así como las causas de las crisis, podrían ser válidas un siglo después.

Como sabemos, aquella crisis fue de índole política, con repercusiones en la economía, causada por la larga dictadura de Estrada Cabrera, y por las consecuencias de la revolución que finalmente le defenestró. Hoy, un siglo más tarde, la crisis es por la pandemia; y por la inveterada carencia en servicios básicos, con la repercusión que ello provoca en la vida social.

Retomemos algunas de aquellas sugerencias, y veamos su aplicación al día de hoy, cuando intentamos volver a esa “nueva normalidad”, la que deseamos asumir con nuevas energías, resoluciones y acciones. Y con aquellos mismos deseos por el bien común, tal como lo propusieron los quetzaltecos, hace cien años.

Una de las sugerencias de 1920 indicaba la necesidad de una reforma a la Ley Electoral; hoy nuevamente estamos los guatemaltecos pendientes de completar las reformas al Sistema electoral y de Partidos Políticos.

Otra sugerencia solicitaba modificar la Ley de Municipalidades, para dotarlas de autonomía; hoy la recomendación va en la línea de reformar dicha Ley para darle mayor importancia a la gestión municipal en temas que permitan mejorar el uso de los recursos financieros; dar mayor y más expedita facilitación al desarrollo económico local y al ordenamiento del territorio.

En otro numeral de las sugerencias de hace un siglo se proponía la “creación de una Ley de Responsabilidades para funcionarios Públicos”; hoy nos encontramos con la urgente necesidad de contar con una Ley eficiente para el Servicio Civil.

En aquellos días se iniciaba a construir el Ferrocarril de los Altos, para lo cual el Comité proponía al Gobierno modificaciones para prolongar el Ferrocarril de los Altos hasta el Pacífico, estableciendo un puerto “libre del monopolio extranjero” en la barra de San Luis o Tecojate (en Escuintla); ferrocarril que, en combinación con una carretera paralela al Ferrocarril Pan Americano, (ferrocarril mexicano que en aquella época llegaba a la frontera guatemalteca), recorriera desde la frontera mexicana hasta la de El Salvador. Hoy la Presidencia de la República propone esa carretera entre los puertos de Champerico y San José; además de un ferrocarril eléctrico que haga similar recorrido en el sur de Guatemala. ¡Cien años después!

Asunto relevante es que desde aquel momento se solicitaba mayor énfasis en el incipiente sistema de carreteras, sugiriendo que hubiese construcción de las mismas, especialmente en los entronques a cada Departamento, solicitando además que se les diera “mantenimiento para contar con carreteras en perfecto estado”. Hoy se insiste en la pronta aprobación de la “Ley de infraestructura vial”, que cambie en definitiva el modelo de construcción de las mismas, modelo que ha demostrado incapacidad de avanzar y, especialmente de terminar con la corrupción que ha hecho de ello un negocio oscuro.

Los firmantes de aquel documento proponían también la creación de una escuela de agricultura “con campos experimentales”; hoy una de las universidades privadas más prestigiosas de Guatemala busca un proyecto similar en la región occidental. ¡Un siglo más tarde!

Pedían también la creación de “la Universidad de Occidente”; misma que funcionó, pero fue clausurada por el dictador Presidente Manuel Estrada Cabrera en 1902. Un siglo después se ve la conveniencia de descentralizar efectivamente la educación pública superior, con una Usac central, y otras universidades públicas subsidiadas por el Estado, pero con autonomía decisional y financiera. Este esquema se sigue en Costa Rica, país que ha logrado universidades regionales y con especializaciones, lo que las hace mucho más funcionales y con capacidad de investigar sobre las necesidades reales de los territorios.

Otra de las propuestas que se hacía hace un siglo se refiere a “Reservar para el fomento de cada Departamento un porcentaje de las rentas netas que produzca, tanto en impuestos de sus productos exportados, como en sus propias rentas fiscales”. Hoy, con motivo de las leyes de apoyo a los guatemaltecos, derivadas de la pandemia, lo que se espera es que los fondos se distribuyan de manera alícuota en todo el territorio nacional, en relación al número de habitantes de cada una; evitando así la concentración de los mismos en la metrópoli capitalina.

Las recomendaciones emanadas el 20 de abril de 1920 -cuya fuente de información son las “Actas de la Municipalidad de Quetzaltenango”- ameritan ser revisadas, actualizadas e implementadas. Los firmantes en aquella ocasión fueron: Manuel Aparicio; Antonio Bouscayrol, José V. Molina V.; Santiago Mérida; G. Aguilar y Alberto Velásquez. El señor Antonio Bouscayrol fue nombrado Ministro de Agricultura en el Gobierno de don Carlos Herrera.

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