¿Por qué un parque dedicado a Benito Juárez en Quetzaltenango?

Fecha de publicación: 27-02-20

A partir de 1921 y con motivo del centenario de la Independencia y con el apoyo del gobierno mexicano el parque fue remodelado, instalando en él dos bustos de Benito Juárez y un bello quiosco, denominándolo como “Parque a Benito Juárez”.

Por: Roberto Gutiérrez Martínez

Como consecuencia del terremoto de San Perfecto, acaecido el 18 de abril de 1902, la Ciudad de Quetzaltenango quedó destruida. Y para colmo de males durante el mes de octubre del mismo año el volcán Santa María –ubicado a tan solo 11 kilómetros– hizo erupción, surgiendo en su parte sur el actual volcán Santiaguito, con lo que la situación se agravó. El siguiente año fue de graves penurias por falta de energía eléctrica y agua, en una Ciudad repleta de ceniza volcánica.

Siendo presidente de la República el quetzalteco –licenciado Manuel Estrada Cabrera–, y después de tratar de minimizar el problema por un tiempo, finalmente adquirió en nombre del Estado una finca en la parte norte de la destruida Ciudad, en donde de inmediato el ingeniero Francisco Vela diseñó lo que poco tiempo después sería el nuevo y moderno “Barrio de la Democracia”, hoy zona 3 de la Ciudad. Ese barrio fue dividido en perfecta simetría reticular con calles y amplias avenidas y luego vendido en parcelas para domicilios particulares. Una manzana de ese barrio (hoy 4a. calle y 14 avenida zona 3), fue dedicada por la Municipalidad al “Parque la Democracia”. Pero a partir de 1921 y con motivo del centenario de la Independencia y con el apoyo del gobierno mexicano el parque fue remodelado, instalando en él dos bustos de Benito Juárez y un bello quiosco, denominándolo como “Parque a Benito Juárez”. ¿Quién fue este personaje, y por qué su importancia?

Nacido el 21 de marzo de 1806 en un pueblo al norte de Oaxaca y de padres indígenas zapotecas, Juárez es considerado en México como el fundador de la “nacionalidad mexicana”. Abogado inteligente y sagaz llegó a ser presidente de la hermana República mexicana a pesar de su origen humilde. En sus memorias Juárez dejó escrito: ‘“Tuve la desgracia de no haber conocido a mis padres pues murieron cuando yo tenía apenas tres años; viví con mis hermanos en una absoluta pobreza”’. Ello sin duda explica el carácter reservado, retraído y taciturno, por lo que de niño le llamaban “el mudo”. A los doce años de edad se “fugó” de la casa en que vivía con sus hermanos y marchó a pie hasta la ciudad de Oaxaca –llamada Antequera en la época colonial–, distante 50 kilómetros de su lugar de salida. Allá buscó a su hermana María Josefa, quien trabajaba como sirvienta en casa de la familia Maza, quienes de inmediato se hicieron cargo del niño Benito. El señor Maza tomó a Benito como un ahijado, como él mismo dejó escrito en sus memorias. Después de un tiempo Benito pasó a trabajar con don Antonio Salanueva, quien le enseñó y motivó a leer y escribir. Estudió por un tiempo en el Seminario, pero luego desertó y se dedicó al estudio del Derecho, graduándose con el tiempo como Abogado.

Durante esa época México vivía grandes cambios que habían iniciado con el “Grito de Dolores” el 15 de septiembre de 1810 cuando el levantamiento del cura Miguel Hidalgo; dos años más tarde (noviembre de 1812) se dio la ocupación de Oaxaca por José María Morelos, con lo que el espíritu revolucionario era parte de la cultura sociopolítica de la Ciudad de Oaxaca, situación que impactó en el joven Benito.

Con los años y ya como abogado con cargo público y reconocido como liberal y masón, Juárez se fue convenciendo de la oportunidad que se le presentaba para liderar el cambio que la sociedad mexicana percibía con motivo del debilitamiento del gobierno de la monarquía española.

Por su esfuerzo y talante, en el año 1846 Juárez asumió la Gobernación del Estado de Oaxaca, convirtiéndolo en un “Estado modelo” de la República mexicana, preocupándose especialmente por la educación del pueblo. En esa época Juárez tuvo que enfrentarse contra el general Antonio López de Santa Anna, quien le obligó a abandonar la Ciudad y el puesto que ostentaba. Juárez se traslada a Nueva Orleans, en donde poco tiempo después preparó su retorno a México, apoyándose en exilados y enemigos de Santa Anna con la decisión de participar más activamente en la política y derrocar al dictador Santa Anna, quien aspiraba a convertirse en Emperador (al estilo de Iturbide), asunto que no logró, más allá de autonombrarse “Su Alteza Serenísima”. En esta lucha contra Santa Anna se unió a Juárez el joven Porfirio Díaz, quien años más tarde sería presidente de México.

Benito Juárez asumió la Presidencia de México en varias ocasiones entre los años 1858 y 1872. Durante ese período, y a causa de una crisis financiera, derivada de las guerras internas, México dejó de cumplir sus compromisos financieros con Europa, por lo que Francia invadió México e instaló como Emperador al Archiduque Maximiliano de Austria, época en la que Juárez emprendió una resistencia feroz que concluyó con el fusilamiento de Maximiliano el 19 de junio de 1867 en el “Cerro de las Campanas”. Años después, en julio de 1872, murió Benito Juárez; y el Congreso mexicano lo declaró “Benemérito de la Patria y de las Américas”.

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