La China “Comunista”, el país más rico del Mundo (Tercera entrega de cinco)

Fecha de publicación: 23-05-19

La economía de la República Popular China es hoy la primera del mundo –medida en términos de paridad de poder adquisitivo (PPA)– alcanzando 23 mil millones de dólares.

Por: Roberto Gutiérrez Martínez

La República Popular China, dirigida por un partido político único –de corte comunista y por tanto dictatorial– inició a finales de los años setenta del siglo recién pasado una serie de reformas económicas que han atraído inversiones por el orden de 2 trillones de dólares americanos, y más de 960 mil empresas extranjeras que se han instalado en su enorme territorio. En los inicios de esta apertura el atractivo de los inversionistas era el bajo costo de la mano de obra y de los recursos naturales. Hoy eso ha cambiado, y el atractivo se ha movido hacia el talento altamente calificado de los trabajadores chinos, y al enorme mercado interno de mil cuatrocientos millones de habitantes con un poder adquisitivo relativamente alto. El ingreso per cápita nominal es de US$10,100.00. Actualmente China tiene el más grande grupo de clase media del mundo.

Una muy importante razón para captar inversión extranjera ha sido que su desarrollo económico descansa en la innovación; China provee a las empresas extranjeras con talentos científicos y tecnológicos en campos como la investigación científica y la manufactura, asuntos que difícilmente se encuentran en otros países. Y el Estado procura dinamizar constantemente el ambiente de negocios. Este mismo año –2019– el Congreso Nacional del Pueblo aprobó unas nuevas leyes de atracción de inversiones, las que incluyen aspectos de facilitación de registro y operación de empresas extranjeras garantizándoles normativas permanentes, todo ello bajo una sola ley –algo que cualquier empresa busca para su proyección a futuro–. Han creado también áreas de libre comercio, especialmente la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático, constituyéndose en la mayor zona de libre comercio.

La economía de la República Popular China es hoy la primera del mundo –medida en términos de paridad de poder adquisitivo (PPA)– alcanzando 23 mil millones de dólares, equivalentes a un PIB nominal de 11.4 mil millones de dólares, con un crecimiento anual (hasta el año 2016) de 11 por ciento, y que hoy se ha reducido a casi la mitad a causa de la desaceleración económica mundial, con lo que la demanda de sus productos ha disminuido. Para ello el gobierno chino está implementando varias estrategias de recuperación, siendo la más importante la denominada “Belt and Road Iniciative”, la que desarrollaré en próxima entrega.

La China ha logrado “sacar” de la pobreza a unos 300 millones de personas; ello lo ha logrado con varias estrategias. Una –muy importante– movilizando a los campesinos a una especie de “reducciones”, obligándoles a vivir en edificios multifamiliares de apartamentos en aldeas construidas exprofeso. Con ello logran ofrecer mejor calidad de servicios de salud y educación a sus habitantes al concentrarles; en Guatemala un problema para la reducción de la pobreza es la gran dispersión de sus habitantes rurales en más de 15 mil aldeas, a las que es sumamente complicado y costoso llevar esos servicios fundamentales con lo que se logra mejorar la calidad de vida de sus habitantes. Los chinos, por su lado utilizan el espacio total de lo que fueran sus hogares a la producción. Esto ha sido posible por la dictadura del partido comunista que gobierna el país. Allí cualquier protesta o disidencia es fuertemente penalizada.

La urbanización ha sido otra estrategia; actualmente más del 60 por ciento de la población vive en áreas urbanas (varias ciudades superan los 10 millones de habitantes). A partir de ello han promovido salarios incrementales, con lo que la demanda en el mercado interno ha subido. Llama la atención la promoción que hacen para fomentar el turismo interno, especialmente con jóvenes a los que facilitan visitar las ciudades importantes del país.

A partir de estos esfuerzos, en la China los trabajadores tienen una alta productividad a un costo de mano de obra competitivo. Ello, acompañado de una excelente infraestructura vial, portuaria y aeroportuaria, hacen de la China lo que hoy es: el país que más inversión extranjera atrae.

La China es el mayor consumidor de petróleo del mundo; además de ser el mayor productor de carbón, lo que la ha convertido en el segundo contaminador del medioambiente del planeta. En su habilidad política, se han asegurado la provisión futura de petróleo de países como Venezuela y Ecuador, que han quedado condicionados a su suministro a partir de inversiones monumentales de la China en esos países.

Mientras varios países (los EE. UU. especialmente), se cierran a un proteccionismo comercial, la China está aprovechando al máximo la globalización, promoviendo para ello el comercio y la inversión, algo a lo que dedican buena parte de su esfuerzo –y con gran astucia– el presidente Xi Jinping y su primer ministro Li Keqiang.

(Continuará…).

Compartir en: