José Cleto Montiel, ¿precursor –ignorado- del Estado de los Altos?

“Precursor es aquel que inicia o introduce ideas o teorías que se desarrollarán en un tiempo futuro”.

Fecha de publicación: 30-07-20

Por: Roberto Gutiérrez Martínez

Las Cortes Generales y Extraordinarias españolas convocaron en 1813 a elecciones para Diputados a las primeras “Cortes ordinarias”, invitación que incluía a todos los territorios de la Monarquía -esto era España y América- en igualdad de condiciones. La invitación llegó al Corregimiento de Quetzaltenango y a la Alcaldía Mayor de Totonicapán, con lo que el 28 de abril de 1813, reunidos en la Casa Real del Corregimiento de Quetzaltenango se procedió a elegir al Diputado por Quetzaltenango, Totonicapán y Huehuetenango, habiendo sido electo el Presbítero don José Cleto Montiel del Curato de Momostenango, correspondiente a la Alcaldía Mayor de Totonicapán. Una vez electo Montiel y a su solicitud, el Alcalde Mayor de Totonicapán solicitó a las autoridades de los pueblos de su jurisdicción informaran de sus respectivas “instrucciones” para que José Cleto Montiel cumpliera de la mejor forma su gestión ante las Cortes a las que había sido designado.

Como recordamos, en la época hispano-guatemalteca (siglos XVI-XVIII) la división geo-política del Reino de Guatemala contaba con cuatro categorías: Intendencias,(estas iniciando en el siglo XVIII), Gobiernos, Corregimientos y Alcaldías Mayores; todas ellas dependientes de la Capitanía General la que, para el caso del Reino de Guatemala se situaba en Santiago de Guatemala y a partir de 1776 en su nuevo sitio en el Valle de la Ermita.

En la primera categoría -el de Intendencias- se encontraban las ciudades de León (Nicaragua), San Salvador (El Salvador), Comayagua (Honduras) y Ciudad Real (Chiapas). En la categoría de Gobiernos, Costa Rica. En la de Corregimientos: Chimaltenango, Chiquimula y Quetzaltenango. Y en la de Alcaldías Mayores: Escuintla, Sacatepéquez, Verapaz, Sololá, Totonicapán, Suchitepéquez y Sonsonate.

El Alcalde Mayor de Totonicapán en 1813 era don Narciso Mallol, abogado y político valenciano; y la jefatura superior de gobierno de la Capitanía General estaba a cargo de José de Bustamante y Guerra, aguerrido militar que había peleado en España contra Napoleón Bonaparte y que desde 1811 fuera destinado a Guatemala sucediendo en el puesto de Capitán General a don Antonio González y Saravia -también militar- de origen mexicano y quien falleciera un año antes, en 1812.

José Cleto Montiel, en el afán de cumplir con su mandato tuvo que recurrir a un préstamo para contar con los recursos necesarios para el viaje a España y para los gastos de estancia en aquel destino mientras cumpliría su función como Diputado; dicho préstamo lo obtuvo finalmente de los “fondos de bienes de comunidades”, tanto de las indígenas como de ladinos. Una vez en España inició la gestión para conseguir que el Corregimiento de Quetzaltenango se convirtiera en Intendencia, gestión que no logró concluir debido a que el defenestrado Rey Fernando VII volvió a España en mayo de 1814, y al asumir el trono, inmediatamente canceló las Cortes instalando unas nuevas que anularon todo lo avanzado en las “Cortes de Cádiz”. Ello obligó a Montiel volverse a Guatemala, quien llegando a ésta falleció.

Sin embargo el trámite iniciado por Montiel siguió su curso, trámite en el que solicitaba que la Provincia de Quetzaltenango dejara de ser Corregimiento y se convirtiera en Intendencia con los beneficios que esto representaba, especialmente poder administrar los ramos de gobierno: ejército, justicia, obras públicas, fomento de la economía y, sobre todo la administración fiscal; en síntesis, una relativa autonomía de la Capitanía General, la que reducía las posibilidades de mejorar la economía de las Provincias al restringirles el libre comercio. Como sabemos, el Consulado de Comercio, administrado desde la Capital por un grupo de aristócratas era la entidad que manejaba en exclusiva el comercio intrarregional y de exterior del Reino de Guatemala.

Sin duda este rechazo al control monopólico que ejercía la Capitanía General era la causa que motivaba al resto de provincias del Reino (desde Chiapas hasta Costa Rica), a buscar medios para superar el monopolio que ejercía la Capital, por lo que la aspiración de autonomía era el camino a seguir, asunto que Quetzaltenango y la región occidental de Guatemala siguió intentando hasta lograr finalmente la creación del Estado de los Altos, en 1838, y de corta vida por la invasión que dirigió el Brigadier Rafael Carrera y Turcios, quien no aceptó la escisión del territorio.

Fue, por tanto y acorde a lo narrado, el Presbítero José Cleto Montiel un precursor de lo que sería, años más tarde, el extinto Sexto Estado de la Federación Centroamericana.

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