Guatemala puede ser más horizontal, más justa y más grande.
Fecha de publicación: 16-07-20
Por: Roberto Gutiérrez Martínez
Bajo esta denominación dio inicio una nueva fase de la serie “Nueva Narrativa”, una experiencia inédita y novedosa consistente en diálogos virtuales -mediante plataforma de internet- entre diferentes personas sobre temas de interés nacional, intentando con ello buscar respuestas a temas centrales de país, con el fin de co-crear una narrativa más favorable que ayude a elevar el potencial de los guatemaltecos, en vez de disminuirlo.
A la fecha han participado en los diálogos de la nueva narrativa varios cientos de guatemaltecos, todos ellos con orígenes, profesiones, ubicaciones y propuestas originales sobre temas relevantes y de interés para el futuro nacional. En los diálogos han ido surgiendo miradas nuevas a problemas crónicos; y hasta miradas a asuntos y problemáticas que no habíamos visto; incluso diálogos para visionar prospectivas de futuro. En síntesis, una propuesta fundamental y visionaria para la Guatemala del futuro.
La serie de diálogos dio inició a finales del año pasado, fortaleciéndose y adecuándose cuando se declaró la pandemia, con lo que se ha logrado captar el interés de muchas personas a partir de que se han propuesto temas verdaderamente atractivos, lo que ha facilitado esa captura de atención. La iniciativa se gestó ante la posibilidad de provocar, mediante diálogos profundos sobre temas cruciales, la oportunidad de recoger las diversas visiones para construir una narrativa fresca y prospectiva, y demostrar con ello que es posible construir, de manera participativa, una Guatemala desde una mirada más amplia, más diversa, más horizontal; de allí surge realmente la “Nueva narrativa”.
En la serie, a la que se le ha llamado coloquialmente “un viaje”, se ha tratado de abordar las áreas grises de nuestro país, las crisis que vivimos, así como los aspectos positivos –que son más- tratando, mediante los múltiples diálogos -facilitados por expertos- convertir esas crisis en oportunidades, desde esa nueva “mirada”. Asunto que “probablemente no se hicieron antes porque estábamos muy ocupados…” La idea central de la serie nueva narrativa es co-construir el país que soñamos, mediante proponer una ciudadanía más consciente, fortalecida y comprometida.
Después de los encuentros semanales de la Nueva narrativa, realizados durante tres meses, la semana recién pasada dio inicio la nueva fase del programa con la denominada “Guatemala horizontal”, “todos somos maestros y alumnos”, y en la que, para ésta primera, se estableció un diálogo entre un joven de 17 años, indígena de Atitlán, y un hombre mayor, de 76 años, mestizo y residente en Quetzaltenango. En el coloquio cada uno inició contando brevemente “el viaje de su vida”, para luego profundizar en los aspectos que, como guatemaltecos, les une o los distancia. Rápidamente ambos personajes, sin conocerse antes de la ocasión, encontraron asuntos en común sobre los que se fortaleció el diálogo.
En esa primera versión de esta “Guatemala horizontal” hubo una segunda participación, en este caso entre dos jóvenes mujeres, igualmente una de origen Maya y una mestiza, la primera viviendo en Chimaltenango, y la segunda en la Ciudad de Guatemala. El diálogo entre ellas, además de ameno y profundo, rozó temas cruciales desde la perspectiva de la identidad y el arte, asuntos éstos que permitieron demostrarse a las discursantes que son más las cosas que tienen en común, y que por lo tanto las une, que las que las podría separarles. Finalmente uno de los participantes propuso la metáfora del rompecabezas (puzle), en el que todas las piezas son diferentes (como nuestra realidad personal), pero que ocupamos un espacio indispensable en el tablero final.
La metáfora del rompecabezas representa muy bien el esfuerzo de la guatemalidad desde la perspectiva que proponen los diálogos, pues cada uno de los ciudadanos es diferente (como las piezas de un rompecabezas), pero ocupa un espacio indispensable en el tablero cuya horizontalidad refleja la igualdad de derechos y deberes que una ciudadanía plena debe representar.
En resumen, la Nueva Narrativa, y su actual fase -Guatemala horizontal- demuestra que visionar una Guatemala más próspera, con oportunidades y en armonía es posible. Fue visible, y estimulante que los jóvenes tienen propuestas frescas, no ideologizadas, sinceras en esa búsqueda del bien común; y que los mayores que han participado en los diálogos y los diversos programas, están abiertos a esa búsqueda, aportando su experiencia. Todo ello reanima y promete que esta Guatemala puede ser más horizontal, más justa y más grande. El programa continuará y seguramente coadyuvará para que a partir de una “nueva narrativa”, construyamos la nación soñada, incluyente e intercultural, para una convivencia en paz.