Breve historia de la Sociedad española de beneficencia de Occidente

Fecha de publicación: 16-01-20

Una de los muchas y variadas entidades de voluntarios que sirven en el país.

Por: Roberto Gutiérrez Martínez

En el mes de diciembre del año 1887 (hace 132 años, cuando en España regía el Rey Alfonso XIII; y en Guatemala gobernaba como Presidente el General Manuel Lisandro Barillas), se fundó en Quetzaltenango la “Sociedad española de beneficencia de Occidente”, cuyo propósito fundacional fue apoyar a aquellos peninsulares que lo necesitaran. Con el tiempo, y dado que ese propósito inicial ya no era el sentido de la entidad –por cuanto fueron disminuyendo los españoles necesitados de ayuda– la institución se ha dedicado a apoyar otras iniciativas, especialmente de carácter cultural. Esta sociedad desde sus inicios ha sido independiente de otra con similar denominación que funciona en la Capital fundada en 1866, cuando regía en España la Reina Isabel II, y en Guatemala gobernaba como Presidente el Mariscal Vicente Cerna.

Los promotores de la sociedad fueron los señores Narciso Sardá y Salvador Delgado; y participaron en su primera asamblea los siguientes: don Edmundo Estrada, quien representó a sus hermanos: Genaro y Alberto Estrada; don Ramiro Rodríguez, don José Armando Arocha, don Miguel Ydígoras, (padre del expresidente de Guatemala General Miguel Ydígoras Fuentes, quien nació en Retalhuleu en octubre de 1895); don Ramiro Ydígoras, don Abrahán Rodríguez; don Leoncio Suárez; don Antonio Suárez; don Antonio Durante; don Matías Rípoli; don Manuel Llerena; don Arsenio Suárez; don Rufino Pérez; don Mariano Mayolas; don Rafael González; don Rufino Aguirre; don Mariano González; don Pedro Maury; don Hermenegildo Urreta; don Manuel Pascual; don José Zabala; don Indalecio Urruela; don Hermenegildo Rubín; don Marcos Báez; don José Báez; don Carlos Argüelles; don Francisco del Paul; don Manuel Gallardo; don Primo Gutiérrez; don Juan Vergés; don Antonio Alconero; don Luis Facorante; don Luis Rodríguez; don Pedro Figueroa; don Manuel Martínez, don Joaquín Rigalt (quien colaboró en la construcción del Teatro Municipal); don Domingo Gairy; don Genaro Soler; don Enrique Rodríguez y don Pablo Campollo. Algunos de los fundadores son patriarcas de importantes familias en la actualidad.

Como se puede colegir, fueron 47 españoles que crearon esta entidad aunque no todos vivían en Quetzaltenango, razón por la que denominaron a la sociedad como “de Occidente”; por ello se nombraron “colectores” –acorde a lo que el “Reglamento expresa” saliendo electos: don Pedro Maury para el Tumbador; don Antonio Suárez para la Costa Cuca; don Rafael González para la “Costa Grande”. El 15 de enero de 1888 fueron aprobados los estatutos; para su difusión se imprimieron 500 ejemplares.

El 25 de diciembre de 1889 fue nombrado como primer “Presidente Honorario” el Señor A. de Castro y Casaleiz, encargado de negocios de Su Majestad el Rey de España don Alfonso XIII, quien como dicho antes fue proclamado Rey (desde su nacimiento en 1886) hasta la proclamación de la República en 1931. Años más tarde se nombró Socio Honorario a don Ulio de Orellano Ministro residente de su Majestad. El Doctor Rodolfo Robles, insigne médico-científico, de origen quetzalteco, prestaba sus servicios a la Sociedad, con lo que esta le correspondió nombrándole “socio honorario”.

En noviembre de 1907 la Sociedad compró a la Municipalidad de Quetzaltenango un lote de terreno de 7 x 7 varas, por 950 pesos en el Cementerio General (cuando se decretó el Quetzal en 1924, 60 pesos equivalían a 1 Quetzal). En dicho lote se construyó un Mausoleo, para lo cual la Sociedad invirtió 20 mil 690 pesos; el constructor fue el arquitecto Desiderio Scotti, de origen italiano y quien recién había terminado la construcción de la mansión “Villa Lesbia”, perteneciente en su momento a la familia Fleishman, lugar en que hoy se encuentra el restaurante y museo Tertulianos.

En febrero de 1955, bajo la Presidencia de don Benito Gutiérrez Álvarez la Sociedad adquirió por Q10,000.00 un lote de terreno en la esquina de la 4a. calle y 14 avenida “A”, lugar en que un año más tarde, y bajo la dirección del Ingeniero Jorge Miralbés Rubio se construyó el edificio que actualmente ocupa la Sociedad y el Consulado honorario de España en Quetzaltenango. Actualmente la dirección de la entidad la lleva la dinámica Consulesa ad-honorem de España en Quetzaltenango, doña Yolanda Moreno de Pimentel.

En Guatemala existen varios cientos de entidades privadas no lucrativas de servicio en muy variadas actividades, todas ellas accionadas por voluntarios que lo hacen por solidaridad y humanismo. El problema de estas es que su accionar es limitado ante las enormes necesidades del país. Por ello es necesaria la acción estatal, con el consabido problema de que en este caso lo normal es que quienes ejecutan los servicios no necesariamente lo hacen por la disposición y espíritu de nobleza de las entidades no lucrativas; prueba de ello se tiene, tristemente, en entidades como la que tenía a su cargo el cuidado de niñas en el “Hogar seguro Virgen de la Asunción”.

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