“Dios bendiga a Xelajú por los siglos de los siglos, y haga brillar perpetuamente sobre su cielo los signos de la grandeza y la concordia”.
Alberto Velásquez (13 de septiembre de 1947)
AGRADECIMIENTO
A mi amada esposa Maggie Valdizán, quien me ha acompañado en los últimos 50 años de “mi historia”.
A mi nieta, Paula González Gutiérrez, quien se hizo cargo del diseño del libro y de las fotografías tomadas del Museo del Ferrocarril de los Altos, situado en el Centro Intercultural de Quetzaltenango. Agradecimiento que extiendo a doña Fabiola Betancourt de Lara y a Juan Diego Molina Méndez quienes me apoyaron con gran paciencia en la corrección del texto.
El Licenciado José Molina Calderón, Miembro de la Academia de Geografía e Historia tuvo la gentileza de escribir el prólogo; y el Licenciado Horacio Cabezas revisó aspectos históricos del contenido. A ellos un agradecimiento.
La impresión de este libro ha sido posible gracias al apoyo de FUNDAP, Fundación para el Desarrollo Integral de Programas Socio-económicos. Agradezco a su Junta Directiva y Comité de Coordinación, especialmente al Ingeniero Jorge Gándara Gaborit y sus colaboradores.
DEDICATORIA
Dedico “Quetzaltenango, historias de su Historia”, a los jóvenes quetzaltecos con la esperanza que los datos -anecdóticos pero veraces- les motiven a seguir el ejemplo de audacia, entrega y amor que muchos personajes profesaron por Quetzaltenango en su historia social, política, cultural y económica.
Dedicación que extiendo a la asociación “Fraternidad quetzalteca”, la que durante muchos años ha sabido preservar desde la Capital el amor por el terruño debido a la dedicación y empeño de sus asociados.