Ante la confusión de algunos, acá las causales de la Independencia.
Publicado 22-09-22
Contribuyó también al afán independentista la decisión de librarse del abuso y exceso que en término de tributos se exigía a los guatemaltecos (indígenas y no indígenas) a favor de la Corona.
Por: Roberto Gutiérrez Martínez
En los últimos días y con motivo de la celebración de un aniversario mas de la Independencia de Guatemala, algunas personas demeritan el hecho, bajo la consigna “nada que celebrar”. Asumo que lo hacen por ignorancia de la historia. Por ello, y para ilustrar sobre el tema, me permito hacer una reflexión sobre los causales de la independencia.
Así, una causa de primer orden que ayuda a comprender el porqué de la Independencia de Guatemala es la vigencia a partir del siglo XVIII de la filosofía político-cultural de la Ilustración, la que tomó elementos del racionalismo cartesiano y el liberalismo económico inglés, filosofía que se socializó mediante importantes obras literarias, entre ellas la “Enciclopedia” (diccionario razonado de las ciencias, artes y oficios); el “Contrato social”, de Juan Jacobo Rousseau y el “Espíritu de las Leyes” de Montesquieu. Sin duda los líderes guatemaltecos de la época leyeron estas obras.
Otra causa importante que motivó la independencia de Guatemala fueron los movimientos que desembocaron en la Independencia de los Estados Unidos de América el 4 de julio de 1776; y de la Revolución francesa del 14 de julio de 1789. En este último caso se dio lo que se conoció como el cambio del antiguo régimen (despotismo ilustrado) y con ello mayor autonomía de conciencia de los ciudadanos.
No puede dejar de mencionarse como causa importantísima de la Independencia la situación que se vivía en España a partir de la invasión napoleónica, cuando España libraba desde 1808 una guerra de independencia del imperio francés. Contribuyó también al afán independentista la decisión de librarse del abuso y exceso que en término de tributos se exigía a los guatemaltecos (indígenas y no indígenas), a favor de la Corona, con cuyos fondos se sostenía una monarquía y un Rey que para todos resultaba lejano y desconocido.
Como consecuencia de lo anterior, en la américa hispánica se organizaron movimientos políticos que preparaban propuestas para asumir el poder local en la eventualidad, percibida como cercana, de un rompimiento con el gobierno peninsular. Entre esos movimientos hay que destacar dos: en México el llamado Plan de Iguala o de las “tres garantías” y en Guatemala el “Plan Pacífico”.
El primero firmado el 24 de febrero de 1821 entre el Coronel Agustín de Iturbide y el revolucionario Vicente Guerrero declarando la Independencia de la nueva España y estableciendo el “Imperio Mexicano”. Este plan se conoce también como “Plan de las tres garantías” puesto que proponía la conservación de la religión católica, la independencia bajo un gobierno monárquico y la unión de americanos y europeos. El último virrey de México, Don Juan O´Donoju reconoció la independencia mexicana y a Iturbide como su Emperador.
Una vez en el poder el Emperador Iturbide contactó a líderes de Guatemala planteándoles la anexión, evitando así -ésta era la preocupación- que las provincias se constituyeran en Repúblicas, asunto que proponían José Francisco Barrundia Cepeda y el Doctor Pedro Molina. Se colige, por tanto, que el Plan de Iguala motivó, o al menos aceleró, la emancipación guatemalteca.
Sobre el ”Plan Pacífico”, promovido por José Francisco Barrundia, Mariano Beltranena, el Doctor Pedro Molina y los hermanos Juan José y Mariano Aycinena, el propósito era crear las condiciones políticas para que las mismas autoridades del Reino de Guatemala fueran las que decidieran la separación “pacífica” de la Monarquía española, solicitando para ello apoyo militar al Coronel Agustín de Iturbide y por su medio a sectores conservadores de México de tal forma que les garantizara la continuidad del sistema económico y político que habían disfrutado.
Después de una serie de acontecimientos, finalmente los conservadores lograron convencer al Presidente Gabino Gaínza, quien el 11 de septiembre demostró públicamente su adhesión al Plan Pacífico de Independencia con el beneplácito de la familia Aycinena y de los miembros del “partido” de intelectuales que favorecían la Independencia de España.