La Asociación Filatélica de Guatemala fue fundada el 6 de mayo de 1932.
Por: Roberto Gutiérrez Martínez
El correo es tan antiguo como la civilización; ya en el siglo VI antes de Jesucristo existió un servicio en Egipto, mediante relevos de correo (corredores). Mas tarde fue en la China en donde en el siglo III antes de Cristo se organizó ya como un servicio postal; para ello, y dada las enormes distancias entre pueblos, se utilizaron hasta 200 mil caballos para cumplir con la misión de llevar los mensajes de un punto a otro. En Persia, el rey Ciro estableció ciento once postas entre la Capital Persépolis y el Mar Egeo. Los griegos y luego Alejandro de Macedonia mantenían constante comunicación con sus súbditos en sus constantes conquistas, utilizando el correo. Los romanos utilizaron sus calzadas para el tránsito de sus mensajeros.
Los servicios postales británicos iniciaron en el siglo XVI, por interés del rey Enrique VIII. El imperio español, bajo Carlos V inició en 1520 comunicación postal entre Amberes, Hamburgo, Praga, Trento, Roma y Madrid. Años mas tarde surgieron correos “particulares” organizados por comerciantes que recibían beneficios de su explotación. Los años siguientes el correo fue evolucionando hasta llegar a la Revolución Industrial cuando aparecieron las primeras empresas de correos y con ello nació el primer sello y la filatelia como la afición de coleccionar sellos, de filos (amigo) y atelia (exento de gastos de porte por haber sido pagados previamente).
En el año 1821 el servicio postal fue regularizado estableciéndose que éste se debía cobrar en línea recta de la distancia entre dos puntos; inició en ese año también el correo rural y años mas tarde (1830) la entrega a domicilio; antes de ello se debía recoger en las estaciones que para el efecto se habían organizado. El 9 de octubre de 1874 finalmente se reúnen en Suiza representantes de 38 países y establecieron la Unión General de Correos (UPU) que cuatro años mas tarde se transformó en la actual Unión Postal Universal, entidad que a la fecha regula el sistema de costo por distancia y peso de los envíos postales. Guatemala se adhirió a la UPU en agosto de 1881.
Para nuestro caso guatemalteco, importa conocer que fue con motivo de la creación de la Casa de Contratación de Sevilla que se creó el Correo Mayor de Indias, siendo por tanto tan antiguo como en 1514. Luego, con las Leyes de Indias y a partir de 1580 se emite la Real Ordenanza que establecía el despacho de la correspondencia marítima entre España y las Indias. En México estableció un Correo Mayor en 1600, y en Lima en 1602. Con el de México se podía conectar Guatemala, con lo que una carta recorría largas distancias entre el Puerto de Veracruz, luego por Yucatán y mediante piraguas llegaban al Golfo Dulce y finalmente a Santiago de Guatemala. Y aunque el correo entre la península y México era mensual, una carta podía tardar entre tres y cuatro meses en llegar a destino final. Se usaba también el correo de peatones o correo de cordillera, con mensajeros que corrían día y noche entre pueblos hasta su destino final. Estos correos funcionaron así en nuestro medio hasta el siglo XVIII.
El Correo Mayor de Guatemala es el tercero en América fundado en 1602, y aunque ya existía corredores desde la época Maya precolombina, es a partir de aquel año que se institucionaliza como entidad formal. El primer “correo mayor” de Guatemala fue Manuel de Estévez, y el servicio era prestado por el mejor postor. Luego de la independencia de 1821 hubo en Guatemala 15 estafetas, y el correo era llevado por cordillera mediante peatones. Cuando la Federación Centroamericana, en 1824, se emitió la Ley de Correos de la Federación Centroamericana, la que estuvo vigente hasta 1866. Año en que el Presidente de la República, Mariscal Vicente Cerna adecua el funcionamiento del correo a las normativas europeas.
Actualmente existe el Consejo Nacional Filatélico, entidad que se encarga de ordenar la impresión de sellos, así como su diseño, valores, etc. Esta entidad forma parte del sistema de correos nacionales, la que depende del Ministerio de Gobernación.
¿Cuáles las razones por la afición a la filatelia? Uno de los más reputados coleccionistas de sellos, Stanley Phillips, lo expresa así: “Las características de la naturaleza humana que prevalecen en este pasatiempo son: la afición por los cuadros y el amor a los colores; el espíritu de romance y el recuerdo del pasado; el encanto del arte y de la belleza; el ansia por algo nuevo; el instinto de la pesquisa; la aspiración a mayores conocimientos y el afán de investigaciones científicas acompañando al atractivo de una posible ganancia”.
En mi caso personal la afición me surgió muy joven, por el deseo de conocer, por intermedio de las estampillas, sobre la geografía y los países del globo. Hoy colecciono únicamente sellos de Guatemala, y me satisface tener sellos desde las primeras emisiones de 1871.