Historia de la República Popular China; un resumen para su comprensión (Segunda entrega de cinco)
Fecha de publicación: 09-05-19
En 1911 se produce una rebelión contra la dinastía Qing y se establece por primera vez la República China.
Por: Roberto Gutiérrez Martínez
La República Popular China es considerada la civilización viviente más antigua de la Tierra, con más de 3 mil años de continuidad, siendo uno de los hilos conductores de la misma el régimen dinástico que sucesivamente la administró. Hay, sin embargo, una referencia “mitológica” de la existencia del llamado “Emperador amarillo Huang”, a quien se considera como el creador de la cultura china, y quien, según tradición oral (siempre cuestionable), vivió hace unos 5 mil años.
Pero de lo que sí hay registro documental es de las primeras dinastías que en su orden fueron la Xia, la Shang y la Zhou. Las dinastías eran realmente imperios o monarquías hereditarias. En la dinastía Xia se registran 20 reyes y existió unos 2 mil años antes de Cristo (a. C.). Le siguió la dinastía Shang (1.5 mil años a. C.), de la que hay evidencias escritas; siguiéndole más tarde la dinastía Zhou, que gobernó entre mil y doscientos años a. C., y durante la cual vivió el gran filósofo Confucio, quien dio los fundamentos de la hasta hoy cultura china, sustentada en principios básicos, como el del “buen gobierno”, y la obligatoriedad o deber de la persona hacia la sociedad. Lo contrario de las culturas occidentales, en las que primero se exigen los “derechos”, y luego los deberes.
Más tarde surge la dinastía Qin, la primera en la que se asume el nombre de “emperador”, y a la que se atribuye haber logrado la unificación de China, allá por los años 200 antes de Cristo. A esta le siguió la dinastía Han o de “los reinos combatientes”, la que desarrolló las habilidades comerciales de los chinos, hoy ampliamente reconocidas como parte de su cultura. En este periodo se inventó el papel y el sismógrafo y se inauguró la “ruta de la seda”. Es también la época en que inicia un sistema de educación que genera una nueva dinámica en el imperio. Finalmente, por problemas internos la dinastía se divide en dos, lo que es aprovechado por un líder considerado “usurpador”, quien establece su propia dinastía, la Xin, que se fundamenta en la filosofía confucionista, y a la que se le atribuye la derivación del gentilicio: “chino”. Es en esta época cuando se abren rutas comerciales con el Asia central y la India, con lo que se facilita la
entrada del budismo en China.
En los primeros siglos después de Cristo se dio el periodo conocido como de los Tres reinos, en el que se vivieron continuas luchas por el poder, hasta que se logra nuevamente la reunificación china durante la dinastía Jin, la que perduró durante dos siglos (años 200 al 400 después de Cristo). Esta dinastía cayó y durante varios siglos la China volvió a dividirse en diversos reinos hasta que una nueva dinastía, la Sui logra la reunificación en el año 581 de la era cristiana. A esta le siguió la dinastía Tang, en la cual, por primera y única vez, asume el trono una mujer, la Emperatriz Wu, a quien los actuales chinos equiparan, por sus similares historias románticas, a la emperatriz Sissi de la familia austríaca de los Habsburgo. El esposo, Emperador Wu, antes de morir y por temor a sus muchos enemigos hizo construir un “ejército de terracota”, de 8 mil figuras simulando soldados para que le protegieran en su mausoleo. Hoy este “ejército de terracota” es un gran atractivo turístico de la Ciudad de Xi An.
En el primer milenio ocupan el poder varias dinastías, dos de ellas la Song y la Jin. Fue durante esta dinastía Jin que los mongoles lograron conquistarles y establecer su imperio en China durante más de un siglo. Ello a pesar de que la Gran Muralla China, de 8 mil kilómetros, había sido construida para evitar la invasión mongola. Esa muralla requirió el trabajo de millones de operarios para su construcción, la que duró varios siglos y que hoy es uno de los atractivos turísticos más importantes de la China. La muralla se encuentra cerca de la capital Beijing (Pekín en castellano).
Debido a las numerosas rebeliones contra los mongoles, finalmente estos caen y se instala la dinastía más conocida, la Ming, que dura un siglo (años 1,300). A la muerte de uno de los emperadores de esta dinastía, varias decenas de sus concubinas fueron quemadas vivas y enterradas en su funeral con el emperador. La última dinastía china fue la Qing, que gobernó desde los años 1,600 hasta mediados del siglo XIX, cuando se dieron las llamadas guerras del opio, en las que una alianza franco-británica invadió la ciudad de Cantón, ocasión en la que el Reino Unido se estableció en Hong Kong, adquiriendo así los derechos marítimos y comerciales de esa estratégica ciudad-estado. Los británicos permanecieron en Hong Kong durante más de un siglo, desde 1860 hasta 1997, cuando se “devuelve” el control a la República Popular China.
En 1911 se produce una rebelión contra la dinastía Qing y se establece por primera vez la República China, bajo el partido Kuomintang, que más tarde sería liderado por el legendario Chiang Kai-shek, quien lucha en su periodo contra dos frentes: el partido comunista chino, y contra el imperialismo japonés, que en 1931 invadió Manchuria y desde allí la China. Durante la Segunda Guerra Mundial Japón abandona China, y se inicia la revolución de 1949 en la que triunfan los comunistas, liderados por Mao Tse Tung (Mao Zedong en chino), y Chang Kai Shek y varios millones de ciudadanos huyen con él a la isla de Formosa (hoy Taiwán), fundando en ella el actual Estado de la República de China.