Increíble que el ex- Ministro pida que se pague más impuestos.
Son por lo menos cuatro las lecciones aprendidas de nuestra reciente y atribulada historia fiscal: una es la gran volatilidad en las normativas lo que deriva en falta de certeza para la inversión productiva generadora de empleos; una segunda, la falta de un consenso nacional sobre las cargas y su aplicación; la tercera, una evasión y elusión fiscales consideradas excesivamente altas; y la cuarta, la evidencia de la enorme corrupción y mal uso de los recursos que el Estado capta.
En los Acuerdos de Paz se consignaron los criterios básicos del Estado que aspiramos construir, quedando como requisito y objetivos para alcanzarlo una carga fiscal de un mínimo del 12 por ciento sobre la producción anual, así como un crecimiento de la economía equivalente al 6 por ciento de la producción, ambos guarismos medidos sobre el Producto Interno Bruto (PIB). Sin embargo ha sido únicamente el primer tema, el de la carga tributaria el que ha reconocido el exministro Alberto Fuentes Knight en su libro Rendición de Cuentas, sin tomar en cuenta que lo fundamental para el alcance de ese monto y su incremento futuro es hacer crecer la economía. En su libro Fuentes Knight explica que hubo en su periodo como Ministro de Finanzas tres propuestas para aumentar la carga fiscal: la primera una “reforma integral”, basada en la propuesta del Grupo Promotor del Diálogo Fiscal; una segunda la que él impulsó ante el fracaso de la primera a la que llamó “la reformita”, que consistía en un incremento al Impuesto Sobre la Renta, reducción a la evasión y el contrabando, y un incremento en el gasto social; y la tercera, impulsada por la señora Sandra Torres (exesposa de Colom), con un importante incremento en el gasto social con cualquier tipo de deuda para cubrirlo. Esta última fue la propuesta que privó finalmente con la consecuencia de que este Gobierno incrementó la deuda pública de Q55 millardos en que la recibió, a Q92 millardos que recibirá el próximo Gobierno, esto es un incremento de 67 por ciento, un volumen enorme de deuda que pone en riesgo real la estabilidad macroeconómica del país. Y lastimosamente con un dudoso uso de los recursos.
El exministro Fuentes critica acremente en su libro al “sector privado”, por cuanto este sustentó su oposición al incremento impositivo bajo la premisa que “no era el momento” debido a la crisis fiscal que se sufría en Estados Unidos y Europa, y que seguramente afectaría nuestra economía, cosa que Fuentes argumentó que había que asumir una estrategia anticíclica, la que impulsó aun a sabiendas que en el Congreso el ahora presidenciable Manuel Baldizón, como presidente que fue durante dos años y medio de la Comisión de Finanzas del Congreso, manipuló el Presupuesto de la Nación trasladando recursos del gasto a la inversión, pero a una que “repartía” alegre e irresponsablemente entre diputados que con ese recursos conquistaba para su partido, cediéndoles a cambio fondos para invertir en sus comunidades con la consabida “comisión” a favor de sus empresas y ONG constructoras. Llama la atención que aun sabiendo de ese descarado robo Fuentes Knight insistiera en incrementar los impuestos. Lo más increíble del libro del mencionado autor es cuando indica que a finales de su periodo como Ministro se enteró que el presidente Colom y su secretario privado Alejos acordaron con las compañías telefónicas que no pagarían impuesto a cambio de “un aporte” a la campaña electoral a la candidata de la UNE, Sandra Torres. Dice Fuentes Knight que eso pesó para su renuncia del Ministerio.
Mi opinión es que mientras no se logre transparentar el uso de los recursos que capta el Estado, y se usen racional y efectivamente, es difícil convencer a los ciudadanos a incrementar sus tributos.