Futuro económico con la globalización

“Un nuevo modelo económico que presenta riesgos y oportunidades!“

Marzo 1998

La esperanza de los guatemaltecos es mejorar el nivel de vida familiar, y, sin embargo, la percepción que se tiene es de un empeoramiento, el cual causa incluso frustración en muchos. Especialmente cuando se habla de la Globalización el “arrasamiento“ que las compañías extranjeras hacen de los pequeños y medianos negocios nacionales.

Ante esta desilusión hay que tratar de ser objetivos, y, lo primero es analizar el pasado en cuanto a causante de la situación actual. Y ese pasado se inscribe en un modelo económico de tipo mercantilista, en el cual cada grupo obtenía ventajas según su capacidad de hacer presión sobre la autoridad. Ese modelo incluía, además, una alta intervención estatal y un proteccionismo discrecional hacia ciertas actividades. De manera que ese coctail de acciones, denominado modelo de desarrollo a favor de la industrialización, no logro satisfacer las expectativas de una población creciente y cada vez más exigente.

Hoy nos encontramos obligados ante un nuevo modelo económico que aparece más riesgoso y que exigirá más esfuerzo de todos, pero que perfila la cualidad de ser más sostenible, y que nos engarza con el resto del mundo. Se denomina un modelo orientado al comercio exterior, que implica una apertura a la inversión extranjera, y que se sustenta en mayor capacidad de las personas, es, decir, mejor preparación educativa y técnica.

Este modelo, al que se llama “globalizado“ por funcionar en prácticamente todo el mundo, significa que se incrementara la apertura comercial y financiero, lo cual permitirá atraer inversión, nacional y extranjera, y, con ello, una mayor competencia, lo cual, a su vez, obliga a invertir en tecnología y desarrollo.

Y la tecnología novedosa exige una mejoría en el nivel de gestión empresarial y en el nivel de los trabajadores, en busca de la eficiencia y productividad, lo cual dará a una empresa su ventaja. Y esto va conformándose como un “círculo virtuoso de desarrollo“, que a la postre repercute en mejorar las condiciones generales, por cuanto se educa y capacita mejor, se pagan mejores salarios (por la competencia), y se avanza en tecnología.

Al proceso anterior se debe combinar, para tener un sistema abierto a la globalización, un programa de modernización del Estado, que busca fortalecer la institucionalidad y la eficacia de los entes estatales, así como un programa de combate a la corrupción y la incapacidad del sistema judicial.

De manera que la apertura obligada que vive Guatemala, y todo el proceso globalizador, traerá consecuencias positivas al mediano plazo. Por de pronto ya se empezó a percibir mejoría en ciertos temas.

Hay varios aspectos en que estamos débiles, e incluso en condición de riesgo de perder oportunidades de inversión extranjera y nacional. Una de ellas es la infraestructura, tanto de teléfonos, como de puertos y aeropuertos, e incluso de carreteras, aunque se ha visto un interés gubernamental por asfaltar muchas de ellas. Otro aspecto débil es el laboral, en el cual la falta de programas formales de capacitación hace que la productividad sea muy baja, y por ende los ingresos de las personas. De manera que se plantea como necesario reestructurar completamente el INTECAP si se quiere contar con una entidad verdaderamente capaz de satisfacer la urgente necesidad de capacitación de los trabajadores guatemaltecos.

Otra área en que urge mejorar es la de la tecnología. Es una pena que el único instituto especializado, el ICAITI (Instituto centroamericano de Investigación y Tecnología Industrial) haya cerrado sus puertas. De manera que ahora no hay entidades autónomas que se dediquen a la investigación y el desarrollo industrial.

Otra área es la financiera, en donde hace faltar facilitar, aun mas, el acceso al crédito, especialmente de largo plazo y en condiciones que permitan rentabilidad a la inversión productivas.

Se ha avanzado algo, pero falta consolidarlo. Y, muy especialmente, fomentar el ahorro interno, a partir de estructurar tasas pasivas que estén ubicadas arriba de la inflación, y que hagan atractivo el ahorro. Solo así habrá recursos para la inversión…

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